Se definen como una repostería artesanal con un pequeño restaurante. Pero uno también podría decir que es un restaurante con una pequeña tienda; o una tienda en la que uno va por una mermelada y termina antojado de mil cosas… y antojado de quedarse, de pasar un rato allá, de tomarse por lo menos un buen café.
En todo caso, es un lugar atípico. De eso no hay duda. Y lo es desde el propio nombre: Brown es una repostería; un lugar curioso, en el cual el diseño y el arte son cómplices de una propuesta gastronómica que, no obstante, no se limita a la repostería.
A Brown –llamémoslo por lo pronto así, de manera abreviada– puede ir uno a partir de las 7:30 de la mañana a desayunar.
Y en esta carta matutina aparecen, más allá de la granola de la casa, de panes muy elaborados como el de multigranos con kamut y de arepas poco comunes como la de arroz integral y quinua, más allá, decía, hay una atractiva lista de huevos.
Muy célebre el de pavo al horno con parmesano y pesto de pimentón; o el de vegetales al horno: y más que por los vegetales, por el buen queso de cabra que le ponen, y del cual ojalá le pusieran un poco más.
A la hora del almuerzo, Brown ofrece una larga lista de sándwiches y ensaladas, una sopa del día y algunos platos de mayor elaboración, como el estofado de ternera o la costilla de cerdo al horno.
Los recovecos y la suma de pequeños espacios forman parte del carácter de Brown, siempre muy sencillo, y en esa arquitectura juega muy bien su decoración de aparatos viejos y de objetos encontrados, en la cual los productos que están a la venta son también protagonistas: unos pocos vinos, un buen aceite de oliva, aceitunas, salsas, vinagres y chocolatinas con buen contenido de cacao.
Hay una terraza informal y acogedora en la cual es muy agradable pasar un buen rato, desayunar sin prisa o almorzar para olvidarse por un momento de todo lo que huela a trabajo.
Solo se requiere tener un poco de paciencia, porque la atención no es lo más destacado de Brown, y mucho menos en la terraza.
Hecha esta salvedad, Brown bien merece una visita; sin afanes y con la disposición a dejarse antojar.
Calle 77A n.° 12-26, Bogotá. Teléfono 248-0409.
SANCHO
Crítico gastronómico
elcalderodesancho@yahoo.com.co