Como nunca había ocurrido en una ceremonia de instalación del Congreso, los carteles fueron protagonistas.
Los ministros del gabinete del presidente Juan Manuel Santos y los miembros de la coalición del Gobierno agitaron carteles en los que se leía: “Sí a la paz. Donde había guerra, habrá paz”. Los carteles de los defensores de la paz tenían la silueta de una paloma estampada.
La propia esposa del Presidente, Clemencia Rodríguez, y su hija María Antonia Santos alzaron las pancartas para testimoniar su compromiso con el principal reto político del mandatario.
En varios momentos, mientras el Presidente hablaba, los afiches eran lo más vistoso en el recinto. Incluso, tapaban los rostros de los legisladores.
Perdidos entre esta nube de carteles por la paz, se vieron los mensajes de los uribistas, lucían una cinta negra sobre el tricolor colombiano y la siguiente frase: “Dolor de patria por impunidad al terrorismo, asesino de nuestros soldados y policías”.
La superioridad numérica de los defensores del proceso de paz en el recinto del Capitolio, no dejó ver casi los mensajes uribistas.
Fueron precisamente los uribistas los que inauguraron hace un par de años la modalidad de llevar carteles a las sesiones para protestar contra el Gobierno Santos.
La idea de los carteles es aprovechar la presencia de muchos reporteros con sus cámaras y poder transmitir sus mensajes.
Los líderes del Polo, para diferenciarse de unos y otros, llevaron globos de colores, para celebrar de manera más festiva, la inminencia de la paz.
La tarde de este miércoles en el Capitolio se impusieron los carteles por la paz.
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