Los horrores de la guerra plantean preguntas sobre el mal difíciles de resolver, incluso para quienes creen en la existencia de un ser superior. Mientras los que no son creyentes indagan sobre la maldad en la naturaleza humana, los creyentes se preguntan por qué un ser bueno y todopoderoso permite que esas atrocidades sucedan.
Esta es la clase de interrogantes que ponen a prueba la fe de un puñado de monjas que han sufrido los rigores de la Segunda Guerra Mundial en 'Inocentes'.
La película se desarrolla en Polonia a finales de 1945. La guerra ha terminado y ha dejado muchos estragos, unos evidentes y otros que permanecen ocultos.
Eso es lo que sucede en un convento, cuya tranquilidad se rompe por los gritos de una novicia que está dando a luz.
Y no será la única, pues al menos seis monjas del lugar están embarazadas tras haber sido violadas por soldados soviéticos. La Superiora trata de evitar que el problema salga a la luz pública, hasta que una enfermera de la Cruz Roja descubre el drama de las religiosas.
'Inocentes' está basada en hechos reales y tiene un potencial dramático que no deja indiferente a ningún espectador.
La trama encara con tacto las múltiples aristas éticas y emocionales que suponen semejantes atrocidades en un grupo de monjas. En su ambicioso planteamiento, la película abarca ingredientes de suspenso, guerra, amor y hasta inquietudes espirituales.
Pero como el que mucho abarca poco aprieta, entre tantos ires y venires por momentos la historia pierde el norte, y la tensión argumental se diluye como la nieve de los bosques que rodean el convento.
MAURICIO REINA
Crítico de cine