Corea del Norte afirmó este miércoles que sus pruebas de misiles el martes simulaban unos ataques nucleares contra objetivos militares estadounidenses situados en Corea del Sur, según la agencia oficial norcoreana KCNA.
El lanzamiento de prueba de tres misiles balísticos el martes simulaba unos ataques nucleares preventivos de puertos y aeródromos surcoreanos en los que se encuentran materiales militares estadounidenses, indicó KCNA.
Justamente el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, había considerado "muy preocupante" el nuevo lanzamiento de misiles por parte de Corea del Norte. "Es muy preocupante. Estas acciones no llevan a reducir las tensiones en la península coreana", dijo Ban a través de su portavoz Farhan Haq.
El Estado Mayor Conjunto surcoreano informó primero que Pyongyang lanzó tres misiles de corto alcance tipo Scud entre las 5.45 y 6.05 hora de Seúl (20.45 y 21.05 GMT del lunes) desde Hwangju, provincia de Hwanghae del Norte, y que estos volaron entre 500 y 600 kilómetros.
El órgano detalló en un comunicado que se trata de un rango capaz de alcanzar todo el territorio de Corea del Sur y que las fuerzas armadas de Seúl se mantienen en alerta. Poco después, el Comando Estratégico de Estados Unidos (USSTRATCOM) añadió en una breve nota recogida por la agencia surcoreana Yonhap que el tercer proyectil no sería un Scud, si no un misil Rodong de alcance medio. Se cree que los Rodong pueden tener un alcance de hasta 1.000 kilómetros.
Esta prueba llega después de que el pasado 9 de julio Pyongyang realizara una nuevo ensayo de lanzamiento de un misil balístico desde un submarino, que falló en la fase de vuelo según las autoridades de Seúl, pero que se consideró como un avance en la tecnología de misiles del régimen norcoreano.
Varias resoluciones de la ONU prohíben a Corea del Norte el desarrollo y las pruebas de misiles balísticos debido principalmente a su actual programa de pruebas de armas nucleares. Los lanzamientos se producen después de que EE.UU. impusiera por primera vez a principios de julio sanciones al líder norcoreano Kim Jong-un y otros altos cargos del régimen por sus violaciones de los derechos humanos, lo que Pyongyang calificó como una "declaración de guerra".
AFP Y EFE