Nación. Tras 43 días, las centrales de abasto de las capitales del país continúan resistiendo a los efectos del paro camionero. En algunas ciudades, como Pasto, la situación es crítica.
En la capital de Nariño, una caja de plátano que antes costaba 32.000 pesos hoy vale 46.000 pesos; un atado de cebolla ahora cuesta 60.000 pesos, cuando antes valía 30.000 pesos. Y la papa mantiene su precio, pero está escasa. Además, ya no se consiguen enlatados, azúcar y sal.
Dos municipios de Boyacá, duramente golpeados por el paro, viven momentos críticos: Duitama y Sogamoso, donde hay desabastecimiento de plátano, yuca, mango, piña, pollo y pescado. No hay combustible en las estaciones de servicio, pero particulares están vendiendo gasolina a 20.000 mil pesos el galón.
En Cali, la situación tiende a mejorar. Oliver Medina, jefe de precios de la Central de Mayoristas del Valle (Cavasa), destaca que ayer hubo un ingreso de 3.562 toneladas de alimentos.
En Barranquilla, la llegada de unos 60 camiones cargados con alimentos de los Santanderes, Cundinamarca, Valle del Cauca y Antioquia espantaron la alarma de desabastecimiento lanzada el fin de semana por la Gran Central de Abastos del Caribe (Granabastos).
En Antioquia, ayer entraron a la Central Mayorista de Itagüí 246 vehículos de carga, a diferencia del lunes de la semana pasada, cuando solo llegaron 175.
El secretario de Agricultura de Santander, Rodolfo Vargas Gómez, explicó que en esta región, aunque no hay desabastecimiento, siguen subiendo los precios de productos como tomate, cebolla, yuca y plátano.