El Chocó, considerado uno de los lugares más lluviosos del mundo, tendría un cambio del 10 por ciento en sus precipitaciones desde ahora hasta el 2040, como consecuencia del cambio climático.
El calentamiento global, que se caracteriza por el aumento de la temperatura planetaria, impactaría en el incremento de las precipitaciones en algunos lugares, pero a la vez disminuiría las lluvias en otras zonas. En general, el 86 por ciento del departamento tendría una modificación en sus ciclos de lluvias.
Este efecto, así como el aumento de la temperatura en un grado centígrado en los próximas tres décadas, son parte de los impactos a los que busca responder el primer plan integral de cambio climático, que será presentado oficialmente hoy por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible en Quibdó, la capital chocoana.
El plan consta de seis programas y 32 líneas de trabajo, que se van a enfocar en tener la información científica sobre el clima, pero también en incidir en la educación ambiental de los chocoanos.
Algunas de las metas, por ejemplo, son lograr establecer una cátedra de cambio climático en las instituciones educativas, monitorear el 90 por ciento de las variables fisicoquímicas de los cuerpos de agua, caracterizar el 60 por ciento de los ecosistemas estratégicos de la región y crear planes de restauración ambiental para los hábitats más degradados.
Preparar esta información es de vital importancia para la región, si se tiene en cuenta que entre los años 1935 y 2015, por causa de eventos meteorológicos y climáticos, se han presentado 1.074 emergencias, entre las que se cuentan avalanchas, incendios forestales y lluvias intensas; estos eventos podrían agudizarse con los cambios meteorológicos.
“De acuerdo con los modelos del Ideam, las lluvias van a aumentar, eso indica que vamos a tener mayor oferta hídrica y, por ende, mayores riesgos de afectación. Incluso se debe pensar en la reubicación de algunas poblaciones”, explica Luis Gilberto Murillo, ministro de Ambiente, quien agrega que también esta sobreoferta de agua se deberá tomar como una oportunidad para generar actividades económicas que aprovechen este exceso del líquido.
De hecho, según el informe que conoció EL TIEMPO, se prevé que aumentará notablemente el nivel de riesgo de inundaciones en las poblaciones ribereñas de los municipios de Riosucio, Bagadó, Litoral del San Juan y Sipí, así como el riesgo de deslizamientos de tierra en el municipio de San José del Palmar y sobre las dos únicas carreteras del departamento que comunican a Quibdó con Pereira y Medellín.
Para Murillo, otra de las tareas pendientes en la región es mejorar el acueducto y el alcantarillado de ciudades como Quibdó, donde se prevé la llegada de más pobladores.
A frenar la deforestación
Aunque Chocó no es un gran emisor de gases efecto invernadero, la deforestación de esta región sí tiene un efecto adverso en la lucha contra el cambio climático, porque impide que el dióxido de carbono quede capturado en los bosques. Según el Ideam, entre el 2010 y el 2012, en el departamento se deforestaron 6.700 hectáreas, con un promedio anual de 3.350 hectáreas.
De acuerdo con el último reporte de alertas tempranas de deforestación, la minería ilegal es el principal causante de este problema.
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