Santiago Giraldo hizo sus descargos luego de abandonar el cuarto partido de la serie entre Chile y Colombia en la Copa Davis. Luego de ganar el primer partido e ir perdiendo el cuarto, el colombiano afirmó que “no estaba obligado a jugar desde el primer partido, en una cancha que no estaba apta”. (También: ¡Vergüenza! Giraldo se retiró y eliminó a Colombia de la Copa Davis)
“Ustedes los medios lo siguieron, no sé qué tenemos que hacer, (Alejandro) González tampoco pudo jugar, un chico que pesa 90 kilos; abusaron de nosotros de la peor forma que pudieron. No es tenis, es injusto” dijo Giraldo.
El tenista además afirmó que la cancha podía afectar su carrera profesional: “Yo soy un jugador que vive de mis piernas y no me puedo arriesgar, íbamos a jugar en un club y el sábado a las 7 de la mañana nos dijeron que entrábamos en una cancha experimento”. (Lea también: 'Giraldo es un jugador de medio pelo': Marcelo Ríos)
Giraldo aseguró que se presentó una protesta formal a la ITF (Federación Internacional de Tenis) pero aun así los obligaron a jugar: “Yo soy un jugador sensato, tranquilo. Hicimos protestas formales contra la ITF, y ahora quedo yo como el malo de la película. Se presentó un reclamo, pero nos obligaron a esto”.
Esto expresó Giraldo por intermedio de Colsánitas
Fue llegar a un punto en donde se acumularon todas las injusticias y atropellos que se cometieron contra Colombia: Tener que jugar en una cancha que ponía en riesgo la integridad de cada uno de nosotros; en la que no era posible desarrollar ni de cerca nuestro juego sin pensar en la probabilidad de una lesión...
Sentí de corazón la necesidad de defender la dignidad de mi país y de mis compañeros, dejar muy clara la inconformidad que manifestamos desde el lunes cuando llegamos a un escenario que no ofrecía las condiciones para una competencia de este nivel.
El reglamento dice claramente que si el equipo anfitrión no las brinda, el equipo visitante es el ganador. No las tuvimos. El sábado a las 7:30 de la mañana no sabíamos si ir a un club alterno, que tampoco las brindaba, o a una cancha peligrosa y echa pedazos que no había sido ni tan siquiera pisada.
Mis principios, mi manera de ser honesta y trasparente no me permitían quedarme por quedarme en una cancha en la que cada paso era asumir un riesgo, no podía desplegar el juego, eran demasiadas cosas las que habían pasado y preferí dejar claro que a Colombia, a los jugadores, a nosotros, que hacemos nuestro trabajo profesionalmente, se les debe respetar.
Entiendo que haya personas que no comprendan esta decisión y respeto su manera de pensar, pero quiero que sepan que si por algo lucho todos los días es por dejar en alto el nombre de Colombia y porque nos brinden el respeto que nos merecemos.
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