Cuando el reloj marca las 5:30 a.m. un Chevrolet Trooper recoge en la Plaza de Jardín, suroeste de Antioquia, a los amantes de las aves y de la naturaleza que quieren conocer la fauna alada, que embellece los cielos de este municipio con sus mágicos colores. Al volante del campero se encuentra Gustavo Suárez, encargado de la reserva El Colibrí y poseedor de un don que pocos tienen, la capacidad de descubrir, en medio de la maleza, las aves que se mimetizan con el entorno.
“Uno va acostumbrando el ojo”, comenta. Prueba de ello es que cuando aún no transcurría media hora de recorrido por la vía que de Jardín lleva a la vereda Ventanas, Suárez detiene abruptamente el carro, y sin quitar la vista de un árbol, pide descender a los ocupantes.
![]() El macho (izquierda) de Trogon personatus tiene una coloración distinta a la de la hembra (derecha) |
![]() El copetón (Zonotrichia capensis) es conocido por los habitantes de la zona urbana y rural de Jardín |
“Ahí en esa rama hay una hembra de Trogon personatus, por aquí debe estar el macho”, dice el avistador de aves.
Para ojos inexpertos hay que esforzar bastante la vista para descubrir esta ave de tamaño mediano. Unos segundos después, y como lo predijo el guía, el macho, de brillantes colores, llega con un grillo en su pico y se lo entrega a su pareja.
Durante el recorrido, que dura aproximadamente de 3 a 4 horas, se pueden avistar especies como loros orejiamarillos (Ognorhynchus icterotis), tangaras de montaña (Buthraupis montana), Carriquíes de montaña (Cyanocorax yncas), copetones (Zonotrichia capensis), Tororoi nuca castaña (Grallaria nuchalis), una amplia variedad de colibríes, entre muchas otras especies.
Jardín y sus veredas se caracterizan por tener unas de las zonas más ricas en especies de aves de Antioquia.
A tan solo unas cuadras del parque principal se pueden avistar los gallitos de roca (Rupicola peruvianus) que llegan a una zona boscosa llamada ‘lek’, donde estas aves se reúnen para conquistar a las hembras con sus bailes y cantos.
Jardín se consolida como uno de los sitios preferidos por los avistadores de aves donde gracias a sus reservas las aves surcan el cielo.
![]() Los gallitos de roca se reúnen en los ‘leks’ para competir por las hembras con cantos y bailes. |
![]() Las tangaras de montaña (Buthraupis montana) se caracterizan por sus vívidos colores. |
GUILLERMO OSSA
Fotoperiodista de EL TIEMPO
joaoss@eltiempo.com
@GuillermoOssa