El Gobierno colombiano anunció este viernes un acuerdo con la OEA que podría expandir su presencia en el país para ayudar con la verificación del desminado y en el monitoreo de las comunidades donde actualmente existe presencia de las Farc.
De acuerdo con Rafael Pardo, alto consejero para el Posconflcito, la idea es que la organización haga presencia en los 100 municipios que serán abandonados por la guerrilla una vez esta se desmovilice tras la firma del acuerdo de paz. (Lea también: Rafael Pardo plantea posible fecha para el plebiscito para la paz)
Así mismo, se espera que la OEA monitoree y verifique las operaciones de desminado que están previstas en 52 municipios del país.
Parte del trabajo estará a cargo de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz (Mapp-OEA), que ya tiene presencia en el territorio nacional desde hace más de diez años.
El nuevo convenio ya está casi listo, y sería firmado en cuestión de semanas.
De acuerdo con Pardo, esta iniciativa sería financiada por el organismo hemisférico, aunque no es claro de dónde saldrán los recursos.
Al lo largo de estos últimos años, la Mapp-OEA ha sido patrocinada por donaciones de EE. UU. y de países europeos, que se espera contribuyan ahora para su expansión.
Pardo se reunió este viernes en Washington con el secretario general de la OEA, Luis Almagro, para ultimar los detalles.
En la reunión también estaba el embajador de Colombia ante la OEA, Andrés González, que es quien viene empujando el nuevo convenio.
Previamente, durante un foro organizado por el centro Woodrow Wilson, el Alto Consejero dio una charla sobre el curso de las negociaciones de paz con las Farc y los programas que se están desarrollando para implementarlos.
En el foro, Pardo se aventuró a ofrecer un posible cronograma del último tramo que les falta a las negociaciones, su firma definitiva y la refrendación popular de los acuerdos.
Según el funcionario, se espera que este lunes la Corte Constitucional anuncie su decisión en cuanto a la legalidad del plebiscito. Algo que, dijo, se da por descontado, pues no se presentó vicio en su trámite.
Una vez suceda, la firma de la paz se haría en la segunda mitad de agoto, y el plebiscito se programaría para el último domingo de septiembre, es decir, el 25 de ese mes.
Al preguntársele sobre la posibilidad de un triunfo del no en la consulta, Pardo describió el escenario como “botar al tarro de basura” cuatro años de negociaciones y todo el trabajo que viene haciendo el Gobierno Nacional para implementar los acuerdos de paz.
SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
En Twitter: @sergom68