Por donde se le quiera ver, la ciudad de Niza es punto estratégico en Europa. Situada a 30 kilómetros de la frontera con Italia y a 20 del Principado de Mónaco, la tercera urbe más grande de Francia es el mayor polo turístico de la Costa Azul y uno de los principales puertos del país galo en el Mediterráneo. Por estas razones, se presenta como un blanco perfecto para causar un gran impacto con actos terroristas como el del jueves pasado.
Como en la mayoría de las grandes ciudades francesas, en Niza también hay una gran concentración de terceras generaciones de inmigrantes, especialmente de países musulmanes en los que Francia ejerció como potencia colonial, siendo este un ingrediente esencial para la mezcla que alimenta al yihadismo.
Precisamente del corazón de la Costa Azul provino Omar Omsen, alias Oumar Diaby, considerado por los servicios antiterroristas como un importante reclutador de yihadistas deseosos de ir a Siria.
Autor de videos de propaganda, este exdelincuente francosenegalés de 40 años, que se autoproclamó imán en Niza, viajó a Siria en el 2013 afirmando luchar en las filas de Jabat al Nusra, la rama local de Al Qaeda.
El verano pasado hizo circular la noticia de su muerte en combate, pero a comienzos de junio reapareció en un programa del canal France 2, “Complément d'Enquête” (Complemento de Investigación). Se supo entonces que tenía un campamento en la región de Latakia (noroeste), donde comanda una unidad de unos 30 jóvenes franceses, en su mayoría originarios de Niza. (Lea también: Europa se blinda tras el atentado en Niza, Costa Azul de Francia)
En marzo, el nombre de este reclutador especialmente activo en internet reapareció al ser detenido en la región de París un hombre sospechoso de querer efectuar “actos violentos” en Francia. “Sabemos que en Niza hay un foco de radicalización”, observa el relator de la comisión de investigación parlamentaria sobre los atentados del 2015, el diputado socialista Sébastien Pietrasanta.
Según autoridades, entre 5.000 y 6.000 jóvenes europeos, de ellos cerca de 1.450 franceses, han viajado a Siria para unirse a los grupos yihadistas como Estado Islámico. Una vez allí, combaten contra las fuerzas del gobierno de Bashar al Assad y se regresan a Europa a cometer actos terroristas.
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* Con AFP