Durante los días que van del Tour de Francia se le pedía a Nairo Quintana que mandara sus primeros ataques para medir las fuerzas de sus rivales y, en especial, para conocer cuáles eran sus fortalezas con las que había llegado a la prueba francesa.
Este jueves lo intentó en dos ocasiones, pero no tuvieron frutos y sí, en cambio, sucumbió ante la embestida del líder indiscutible, Chris Froome. (Lea también: Abecé para entender por qué el Tour le reconoció tiempo a Froome)
Sin lugar a duda Nairo es uno de los mejores escaladores del mundo, pero en esta edición del Tour ha dado ventajas en tres terrenos diferentes.
El primer golpe a Nairo fue en la octava etapa. Cuando se corona el puesto de Peyresourde, Froome se mandó en un ataque furibundo en el descenso y Nairo no pudo alcanzarlo. 23 segundos le sacó el británico.
El miércoles, en la úndécima fracción de la ronda gala, Nairo volvió a sentir los ataques de Froome, quien en un inesperado ataque se lanzó en un terreno llano para aumentar la diferencia a su favor hasta los 35 segundos.
Finalmente, este jueves el boyacense intentó, en dos ocasiones, descolgar al británico en el mítico ascenso al Mont Ventoux, que fue recortado, pero fue más fuerte Froome, quien con una respuesta le llegó a sacar 45 segundos antes de su caída.
La ventaja en favor de Froome es de 54 segundos, aún es corta, y más sabiendo que vienen Los Alpes, en la tercera semana, en donde Nairo en el 2015 le descontó casi dos minutos. Aún hay posibilidades.
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