Chris Froome corría desesperado, en medio de una locura de etapa hacia el Mont Ventoux que se recortó 6 km por los vientos de más de 100 km por hora, pero lo hacía a pie, como si tratara de emular a sus compatriotas, los atletas keniatas (nació en Nairobi y se nacionalizó británico), pues la bicicleta había quedado vuelta añicos metros atrás luego del tremendo golpe que se dio.
Él, Richie Porte y Bauke Mollema se encontraron de frente con una moto de la televisión, que frenó en seco porque la gente no cabía en la subida final y cerró el camino. ¡Y ahí comenzó el caos!
Froome no sabía qué hacer. Vio cómo Mollema y Porte se montaban en su bicicleta, y arrancó a correr. Por radio se enteró de que el carro del Sky estaba a cinco minutos del sitio del percance, a 1,2 km de la llegada, donde Thomas de Gendt había ganado la etapa minutos antes.
Animado por la gente, el líder buscaba una explicación a lo que había pasado, quería una bicicleta en el momento más angustiante de su carrera, pues su archirrival, el colombiano Nairo Quintana, lo había pasado e iba en busca de descontarle tiempo.
Difícil fue el recorrido que emprendió, pues no solamente lo realizó en subida, sino que lo hizo con las zapatillas y el incómodo chocle; es como si usted tuviera un tacón en la parte delantera de la planta del pie.
En una de esas angustiantes miradas, el británico se encontró con una moto del auxilio mecánico neutral, ¡pero no llevaban bicicletas, solo ruedas! Froome le preguntó por el carro, y el parrillero, con el pulgar izquierdo, le señaló que venía más abajo. Chris no paró de correr. El carro auxiliar llegó, como un rayo le bajaron una bicicleta de color amarillo, Froome se montó en ella; casi que no podía pedalear porque no era de su talla. Se veía como cuando un adulto se montaba en un triciclo, y la angustia aumentó.
Siguió la tortura
A Froome se le zafó el pedal, no avanzaba como lo hizo tres kilómetros atrás, cuando dejó tirado a Quintana en un arranque endemoniado. Metros más adelante, vio el auto del Sky y le volvió el alma al cuerpo; no deseaba sino subirse a la máquina para tratar de perder el menor tiempo posible.
El mecánico se bajó rápidamente, le pasó la bicicleta a su medida, lo empujó, comenzó a pedalear y llegó a la meta en los minutos más largos de su vida. El reloj era su máximo enemigo, y las manecillas marcaron, en primera instancia, una diferencia con Nairo en la llegada de 1 minuto y 14 segundos: ¡fue el acabose!, porque en la general el colombiano lo superaba por 39 segundos.
Sky puso la queja y logró que el jurado de comisarios estudiara el caso y determinara que a Froome se le diera el mismo tiempo en meta de Mollema (5 min 5s), quien iba con él cuando se cayó, anulando el tiempo real, por lo que recuperó el liderato, mientras Nairo perdía 1 min 1 s. y era cuarto. ¡Fatal!
La novela no terminó, porque después, la página oficial del Tour mostraba una repesca a favor de Quintana, quien quedó, finalmente, tercero y a 54 segundos. ¡Froome salvó el día!
¿Por qué reacomodaron las posiciones dos veces, si en el reglamento eso no está estipulado para las etapas de montaña y sí para las llanas, cuando hay incidentes en los últimos 3 km? Esto dijo Christian Prudhomme, director del Tour:
“Es una decisión excepcional que se puede explicar por las circunstancias absolutamente excepcionales”.
EL TIEMPO consultó a Héctor Fabio Arcila, comisario de la Unión Ciclista Internacional (UCI), quien explicó: “El jurado está facultado para tomar esas decisiones, y la determinación la tomó porque un elemento de la organización, una moto, fue el causante del problema”.
Arcila se refirió a la especulación que se filtró, debido a que Froome debía ser expulsado de la carrera por haber corrido. “No hay sanción porque en los reglamentos no dice que un ciclista debe ser penalizado si sale a correr. Lo que se dice es que el pedalista debe cruzar la línea de meta con su bicicleta”, señaló.
Hermógenes García, otro comisario colombiano, señaló: “No entiendo por qué a Froome le dan el liderato, lo que pasó fueron circunstancias de carrera”.
Froome dijo: “Estoy contento con la decisión de los comisarios, era lo correcto”.
Nairo Quintana dijo que había pagado caro haber atacado antes de tiempo, en una etapa que pasará a la historia por lo que pasó, por el desorden en el ascenso, por el choque con la moto, por la decisión del jurado y por la locura que se vivió a 1,2 km de la meta.
Deportes