Esta semana estarían regresando a clases unos 70.000 estudiantes de colegios oficiales del departamento, pero encontrarán cerrados los 200 restaurantes que les ofrecen los almuerzos y meriendas escolares.
Lo anterior porque la Gobernación del Atlántico aún no ha definido quién será el operador del respectivo contrato de 15.000 millones de pesos. Hace menos de un mes, el departamento declaró desierta la licitación para adjudicarlo, ya que solo se presentó un oferente y no reunía los requisitos.
Para atender con prontitud la situación, se decidió realizar un proceso de licitación abreviada, lo que permitirá seleccionar un nuevo operador; el problema es que el solo trámite demora por lo menos un mes más.
El secretario de Educación del Atlántico, Dagoberto Barraza, ya explicó a los medios locales que solo para la primera semana de agosto se normalizaría la entrega de los alimentos para la jornada única.
El gobernador Eduardo Verano ha dicho que su administración no está en capacidad de operar el contrato, al explicar que los recursos que envía el Ministerio de Educación no alcanzan, y no descartó regresar los dineros para que sea Bogotá el que opere directamente el convenio.
Por cada niño, el Ministerio paga 1.700 pesos; el contrato atiende 70.000 alumnos, cuando la cobertura del departamento sobrepasa los 100.000.