El autor de la matanza de cinco policías en Dallas (Texas, EE. UU.) planeaba un ataque de mayores proporciones desde antes de las muertes de dos hombres negros a manos de agentes blancos ocurridas esta semana, que desataron la indignación y la protesta en todo el país.
El jefe de la Policía de Dallas, David Brown, aseguró este domingo que los investigadores están “convencidos” de que el atacante, Micah Xavier Johnson, “tenía otros planes” y “pensaba que estaba haciendo lo correcto al hacer pagar a los policías por lo que él veía como esfuerzos de los agentes por castigar a la gente de color”.
“Nuestro registro de la casa del sospechoso nos lleva a creer, basados en los materiales para la fabricación de bombas y el diario que encontramos, que había estado practicando detonaciones y que tenía material suficiente para haber provocado efectos devastadores en nuestra ciudad y nuestra área del norte de Texas”, afirmó Brown.
La Policía trabaja sobre la teoría de que el agresor había planeado atacar a las fuerzas de seguridad antes de las muertes de dos hombres negros a manos de agentes blancos en Luisiana y Minnesota a principios de esta semana y que motivaron la trágica protesta del jueves en Dallas y otras en varias ciudades del país.
“Creemos que esas muertes solo desataron su delirio para acelerar sus planes y él vio la protesta de Dallas como una oportunidad para empezar a sembrar el caos entre nuestros agentes”, señaló Brown.
Abuso sexual
Los investigadores aún no han podido determinar si Johnson actuó solo o tuvo cómplices, pero sí confirmaron que no tenía antecedentes penales. La única mancha en su expediente era una denuncia de abuso sexual interpuesta por una compañera soldado que nunca trascendió del ámbito militar pero que, según el abogado del caso, dio lugar a su baja del servicio en abril del 2015.
Tras revisar el diario con tácticas de combate que hallaron en el domicilio del agresor, los agentes concluyeron que “obviamente, tenía algún tipo de delirio”. “Había partes un poco confusas, difíciles de descifrar. Solo puedo añadir que en la pared del lugar donde murió escribió las letras RB con su propia sangre”, apuntó el jefe de Policía; estos mensajes crípticos aún no se han descifrado. “Lo que nos lleva a creer que estaba herido cuando subía al segundo piso del edificio, además donde hicimos explotar la bomba había más letras escritas con su sangre”, agregó.
Johnson “parecía estar muy en control de la situación” cuando negociaba con los agentes, “con claridad mental” y “determinado a seguir causando más daño”, explicó Brown.
El jefe de Policía también defendió su decisión de enviar un robot, con una bomba adosada, al estacionamiento donde se atrincheraba el atacante, para poner fin a la situación y evitar que hiriera a más agentes y civiles. “Teníamos que hacer todo lo que estaba en nuestras manos por evitar más daño. Volvería a usar el robot si tuviera que hacerlo”, afirmó Brown.
El agente rechazó así las críticas “que se hacen desde la comodidad y la seguridad, y no en el lugar de los hechos” sobre el uso de este tipo de tecnología por la Policía. Esta es la primera vez que se usa un robot con bomba, un recurso insólito fuera de las zonas de combate, para matar a una persona en Estados Unidos.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, viajará este martes a Dallas, Texas, y pronunciará un discurso en un homenaje a los cinco policías asesinados el jueves pasado por el exsoldado de la guerra de Afganistán.
Dallas no ha frenado las manifestaciones por todo el país del movimiento Black Lives Matter (‘Las vidas de los negros importan’), que se ha desmarcado del suceso de Dallas y ha recordado que su razón de ser es “llamar al fin de la violencia, no a su escalada”.
La pasada madrugada, unas 200 personas fueron detenidas y cinco agentes resultaron heridos levemente en otra noche de protestas, las más tensas en Saint Paul, Minnesota, y Baton Rouge, Luisiana, donde murieron dos afroamericanos a manos de agentes esta semana.
EFE