Un apartado caserío situado en el sitio conocido como Rancho de López, en límites de los municipios de Santa Rosa y Montecristo (sur de Bolívar), se había convertido en un ‘santuario’ de la minería ilegal que le representaba a la guerrilla del Eln cerca de 2.000 millones de pesos de ganancias mensuales.
Hasta ese lugar, ubicado en un área de reserva forestal que hace parte de la serranía de San Lucas, llegaron hombres de la Policía, Fuerza Aérea, Ejército y Fiscalía, que en la operación ‘Jade’ destruyeron cuatro retroexcavadoras avaluadas en 4.000 millones de pesos con la que se extraía el oro en la explotación ilícita del yacimiento. (Vea el especial: Minería ilegal, los cráteres que se devoran a Colombia)
La actividad se desarrollaba en inmediaciones del Rio Tigüí, importante cauce del sur de Bolívar que tiene como principal afluente el río Don Wá, que está considerado el más importante del suroeste de Simití por su riqueza hídrica.
En el lugar se destruyeron cuatro retroexcavadoras avaluadas en 4.000 millones de pesos.
En el lugar fueron incautados dos Fusiles AK-47 con cinco proveedores y otros cuatro para fusil M4, 780 cartuchos de diferentes calibres, seis equipos de campaña, uniformes de uso privativo de las Fuerzas Militares, 17 detonadores eléctricos y se capturaron dos presuntos subversivos que pertenecerían al frente 'Darío Ramírez Castro' del Eln.
Los detenidos fueron puestos a disposición de la Fiscalía y deberán responder por los delitos de contaminación ambiental por explotación de yacimiento minero, contaminación ambiental agravada, daño a recursos naturales, contaminación de aguas e invasión de áreas de importancia ecológica.