Unos grandes labios color rosa flotan sobre el escenario al ritmo de ‘I am what I am’, de la cantante Gloria Gaynor. Tras unos segundos, la boca se abre y aparece Juana Jiménez, el ‘trans’ caleño que hace 26 años participa en producciones para televisión y cine en Italia.
Ha trabajado con el director y productor italiano Gabrielle Mainetti.
La historia de Juana se inició en la Nueva Floresta, en el suroriente caleño, ahí creció junto a sus dos hermanos y su mamá, Martha Nelly Toro, quien hizo las veces de padre y madre para sacar adelante a sus hijos.
Juana asegura que desde muy pequeña la curiosidad por verse como una mujer la llevaron a usar los vestidos de su mamá, jugar con muñecas y a cantar usando una toalla en su cabeza cuando contaba con escasos seis años.
“Me gustaba lo que veía en el espejo cuando tenía ropa de mujer puesta. Claro que eso me llevó a que me pegaran en muchas ocasiones, pero no dejé de hacerlo, siempre quería verme como una mujer”, asegura.
Uno de los momentos más felices que recuerda la actriz de su infancia fue a sus 12 años, para una Noche de Brujas en la que una amiga de su barrio le prestó un vestido y lo maquilló. Esa noche -lo dice mientras dibuja una gran sonrisa en su rostro- ha sido una de las mejores que recuerda de esa época de confusiones y descubrimientos.
La adolescencia llegó con responsabilidades, ya que tenía que trabajar para ayudar en su casa. Con 15 años, Juana empezó a trabajar bajo el nombre de Johana en una discoteca en el norte de la capital del Valle y ahí empezó a realizar sus presentaciones y a perfeccionar sus transformaciones en escenario.
“En mi casa no sabían nada, pero un día me pasé de tragos y se me olvidó quitarme el maquillaje, por lo que al despertar al siguiente día me descubrieron, ahí fue el escándalo, pero como ya trabajaba decidí vivir sola. Me independicé y empecé a abrir mis propias puertas, a ser la persona que con tanta fuerza he llegado a ser hoy”, señala Juana.
Camino de una estrella
No pasó mucho tiempo para que la familia de Juana le manifestara su apoyo, comprendieron y la apoyaron en su proyecto de buscar suerte en Europa, ya que Colombia no le ofrecía muchas salidas.
“Mi familia entendió lo que había elegido para mi vida, pero en Colombia hay una barrera donde no le dan la oportunidad a los ‘trans’ de desempeñarse en otros trabajos, tienen que ser peluqueros o dedicarse a maquillar, hay chicas que tienen que vender su cuerpo, porque te aíslan producto de las decisiones que tomes”, manifiesta.
En Italia se inició en diferentes bares con sus espectáculos ya perfeccionados, un jefe le dijo en algún momento que cambiara el nombre de Johana por el que tiene ahora y aceptó el consejo. Durante una de sus presentaciones un cazatalentos la descubrió y le sugirió que se presentara a un ‘casting’, en ese momento se abrió una puerta con la que siempre había soñado.
El papel que buscaban era el de una chica transexual que dominara bien el italiano, los 1.80 centímetros de estatura, las facciones, el talento y la belleza de Juana lograron quedarse con el papel, solo faltaba que aprendiera con perfección el italiano y dos reconocidos actores de ese país, Francesca De Sapio y Augusto Zucchi, le ayudaron con eso.
Su carrera como actriz comenzó con la película ‘Bésame Mucho’ (1998), del director italiano Maurizio Ponzi. Luego trabajó con el canal nacional RAI 1 en la serie ‘Piovuto dal Cielo’, donde interpretó a Conchita.
Esta artista transgénero habla alemán, italiano, francés y portugués. Su carrera ha fluido de manera casi perfecta y asegura que son procesos que se han dado poco a poco.
“Mi proceso actoral ha sido un trabajo largo y difícil porque ser inmigrante colombiana y transexual son estigmas que obstaculizan, pero con esfuerzo, dedicación y un poco de fortuna he logrado reconocimiento”, dice.
Y es que la decisión que un día tomó y aceptó para su vida le ha ocasionado algunos percances, sin embargo no deja de triunfar y brillar sobre los escenarios, donde cada día perfecciona sus presentaciones, además de confeccionar sus propios vestidos.
“Aunque en Italia me tratan de señora o señorita, aún hay lugares donde no te dan un trabajo por ser ‘trans’, en Colombia es lo mismo, aunque a mí eso no me preocupa, digan lo que digan yo sé quién soy y no me duelen tratos o comentarios”, manifiesta orgullosa.
Agrega que sus papeles en Europa se han obtenido gracias a que ahora las producciones buscan a los ‘trans’ para hacer parte de las películas y no solo vestir a un hombre como mujer.
En Europa vive entre Italia y Austria, solo viene a Colombia durante sus vacaciones a compartir con familia y amigos. Su madre no deja de repetirle lo orgullosa que ha estado desde que era pequeño, pues en su época de estudiante también sobresalió con sus notas.
Su cédula aún conserva el nombre del pasado, no lo ha cambiado por la tramitología. “No me molesta, no es problema para mí, cuando voy al banco o al aeropuerto se dan cuenta, pero a mí me define es mi esencia, no un papel”, afirma.
Juana, sueño cumplido
En dos meses se estrena en Italia ‘Diabólica’, su más reciente producción, en la que actuará junto a Kelly Lang, de la serie ‘American Beauty’.
Durante su tiempo libre ama viajar, otra de sus pasiones. Conocer el mundo y pensar en su carrera la llenan de satisfacción y la han ayudado a perfeccionarse en todos los aspectos de su vida personal y profesional. Admira a la actriz ganadora del Oscar Julia Roberts, ya que su forma de actuar le parece excelente.
Aunque muchas de las producciones en las que ha trabajado han obtenido importantes premios y reconocimientos, Juan aún no ha obtenido un premio, ya que los premios solo se reparten entre actores y actrices. “No hay una categoría para ‘trans’, pero los reconocimientos, por ahora, son míos, por lo conseguido”.
Con el director de ‘Diabólica’ espera poder iniciar una producción para filmar su primera película en Colombia, proyecto que espera empezar en el 2017 y llevaría por título ‘Las puertas del cielo’, donde tendría su primer papel protagónico.
“Espero lograr ser reconocida y premiada por mi trabajo actoral, por mi talento. Quiero ser un ejemplo a seguir, por mi superación, por mis logros de vida. No importan las barreras para seguir adelante, hay que ser fuertes y demostrar de lo que somos capaces”, dice.
El espectáculo termina y los aplausos retumban en la discoteca. Juana sonríe, una vez más lo logró, tal y como lo soñó cuando en su casa, en el suroriente de Cali, usaba los vestidos de su mamá y tarareaba las canciones que sonaban en la radio.
CALI