Con música y una caravana en la que en decenas de vehículos sus ocupantes pitaron incesantemente y gritaron frases de apoyo al funcionario fue recibido en Aguachica (sur del Cesar) el alcalde, Henry Alí Montes, quien recuperó su libertad tras ser detenido por malos manejos en los contratos de alimentación escolar de su municipio.
El Juzgado Cuarto Municipal de Barrancabermeja resolvió a su favor un recurso de apelación del burgomaestre que en la tarde del martes pasado salió de la cárcel del puerto petrolero, donde permanecía con los secretarios de Educación y Planeación de Aguachica, un contratista y la coordinadora de la entrega de alimentos, quienes siguen detenidos.
El alcalde fue capturado en abril pasado en su despacho por presuntas irregularidades en el programa de alimentación escolar en el colegio Sagrado Corazón de Jesús. La caravana recorrió hasta la noche del martes las principales calles del pueblo situado a 301 kilómetros de Valledupar.
Un juez ordenó la detención del mandatario local y de cinco personas más que fueron vinculadas a una investigación después de que a través de las redes sociales se conoció un video en el que una profesora mostró a los niños pasándose el mismo plato de alimentos para que les tomaran unas fotos. Con las imágenes se buscaba, según la denuncia, demostrar que los estudiantes recibían comida de excelente calidad.
Entre las personas con orden de captura está el representante legal de la Fundación Provenir, encargada de los contratos para dar la alimentación a los menores.
En su momento, el alcalde de Aguachica señaló que había pedido las explicaciones del tema al operador de los refrigerios y dijo que supuestamente los niños ya habían recibido la comida, pero que al operador se le había olvidado tomar la prueba documental, por lo que determinaron servir lo que sobró para que los niños repitieran la acción.
El 31 de marzo pasado, la Contraloría General denunció que, tras una visita a la Institución Educativa Sagrado Corazón de Jesús, en Aguachica, encontró que a los estudiantes les daban refrigerios que no corresponderían con lo contratado con el operador.
Entre las irregularidades que la Contraloría evidenció está que los menores reciben como desayuno una porción de huevo duro y un mango. Además, según fuentes de la Contraloría, la minuta de entrega de alimentos no estaba completa y los menores no tienen comedor escolar, por lo que se alimentaban en el suelo.
BUCARAMANGA