Solo van dos etapas, dos jornadas en las que, en el papel, no deberían haber sido tan complicadas como hasta el momento ha pasado, y ya han dejado a varios ciclistas perjudicados y a otros beneficiados en el Tour de Francia.
A esta altura de la carrera, con dos fracciones que no han sido una contrarreloj o una llegada dura en alto, ya Chris Froome y Nairo Quintana, los grandes favoritos, no solo están en la quinta y séptima casilla en la general a 14 segundos del líder, el eslovaco Peter Sagan, sino que le han sacado tiempo a sus rivales más enconados, tiempo que no se puede considerar definitivo, pero que deja muchas inquietudes.
Con esa misma diferencia está el italiano Fabio Aru, que como Froome y Nairo ha estado a la defensiva, corriendo con inteligencia y cuidándose de no ser víctima de un enredón o algo similar.
Mientras el Tour les sonríe desde el comienzo a ellos tres, bueno, por el momento, otros cargan una pesada cruz que esperan abandonar pronto y no ceder más terreno.
Contador, al suelo
El primero de ellos es Alberto Contador, quien el sábado se cayó y tiene problemas en el hombro y cadera derecha, lo que lo hizo perder este domingo tiempo y estar a un minuto 2 segundos de Sagan y a 48 segundos de Froome, Nairo y Aru, luego de irse al suelo en el kilómetro 60.
“He perdido un tiempo que no esperaba, es demasiado. No estoy nada contento. A ver si puedo recuperarme en Pirineos y tratar de hacer algo en los Alpes”, dijo Contador al cruzar la meta este domingo.
Vincenzo Nibali llegó descolgado y cede 11 segundos con los favoritos, tiempo que no es considerable, pero que va perdiendo.
A falta de 4,5 kilómetros para el final de la jornada de este domingo entre Saint Lô y Cherbourg, de 183, el australiano y líder del BMC, Richie Porte, sufrió un pinchazo, el mecánico se demoró en cambiarle la rueda, sus directores no dieron la orden de que se montara en otra bicicleta y en la general está a un minuto y 59 segundos de Sagan.
“Fue un desastre, pero qué se puede hacer. Mi llanta trasera se pinchó, me tocó perseguir, pero la carrera iba lanzada, el lote iba rápido y no pude conectar. El Tour de Francia está lejos de terminar y espero que llegue la montaña para recuperar”, precisó Porte.
Para ellos, el aliciente es que se pueden recuperar, que siguen en carrera y que nada está perdido, pero su comienzo del Tour ha sido decepcionante e inusual. Sagan, el líder, definió claramente lo que ha pasado: “El pelotón es una locura. La gente pierde la cabeza, ves caídas estúpidas. Antes había más respeto y si no lo tenías te lanzaban una caramañola en la cabeza. Algunos no saben subir en bicicleta”.
Froome, Nairo y Aru no tienen nada seguro de que serán solo ellos los que van a pelear el título del Tour. Con lo que ha pasado hasta el momento, no hay garantía ni la más mínima posibilidad, pero tener a sus rivales más peligrosos alejados, y en el comienzo de la competencia, pues les da cierta tranquilidad de cara a lo que viene, una lucha por el primer puesto.
LISANDRO RENGIFO
Redactor de EL TIEMPO
@LisandroAbel