El Tribunal de Aforados, creado por la reforma al equilibrio de poderes con el fin de reemplazar a la fallida Comisión de Acusaciones, comenzará a ser discutido en la Corte Constitucional con una ponencia que pide tumbarlo.
Esta ponencia se da en medio de la demanda que interpuso el exfiscal Eduardo Montealegre en la que pide que la Corte declare inexequible al Tribunal de Aforados.
La ponencia, aunque no le da la razón al exfiscal, establece que en la creación del Tribunal de Aforados se cometieron vicios de forma.
El magistrado Alejandro Linares, quien elaboró la ponencia, les pedirá que se declare la inexequibilidad del Tribunal de Aforados con efectos diferidos, es decir, le da al Congreso tres años para corregir los errores de trámite.
Según fuentes, Linares asegura en la ponencia que la creación del Tribunal de Aforados violó la ley 5 de 1992 -orgánica del reglamento del Congreso- pues no tuvo en cuenta el artículo 226 que indica que "en la segunda vuelta solo será posible el debate de iniciativas presentadas en la primera".
Fuentes de la Corte aseguran que la mayoría de los magistrados votarían no solo para tumbar el Tribunal de Aforados sino declarar que en su creación no sólo se cometieron vicios de forma, como dice Linares, sino de fondo pues este nuevo organismo sustituiría a su juicio la Constitución.