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James, Cuadrado y Cardona andan sin ideas en ataque

La Selección Colombia está en alerta por el rendimiento de los tres del talento y las ideas.

PABLO ROMERO
Una extraña y peligrosa ausencia de talento, de armado y de ideas ha rondado a la Selección Colombia en sus dos últimos partidos en la Copa América Centenario. James, Edwin Cardona y Juan Guillermo Cuadrado, los tres hombres que generan fútbol y que juegan por detrás del único atacante, han bajado su nivel. Sin goles y sin asistencias. Ellos, que son el soporte ofensivo del equipo, necesitan reencontrarse con urgencia. De ellos dependen mucho las aspiraciones de Colombia de ir a la final.
Colombia arrancó bien la Copa América: le ganó a Estados Unidos (2-0) y Cuadrado fue, quizá, el mejor jugador de ese partido. Con mucha dinámica. Incontrolable. James brilló e hizo un gol de penalti. Cardona tuvo un juego importante. Y Bacca, aunque no anotó, tuvo más acompañamiento, más oportunidad de participar e incidir.
Luego fue el partido contra Paraguay, y entonces Cuadrado decayó en su nivel. Jugó mal. No apareció. Y eso que fue el mejor partido de Colombia hasta ahora en la Copa –por lo menos en el primer tiempo–. Lo que pasa es que James, que estaba lesionado de un hombro y quiso jugar a pesar de eso, lo hizo bien y fue el líder que se necesitaba. Anotó un golazo de zurda. Guio al equipo. Hasta ahí, todo marchaba bien.
Pero luego vino el experimento de José Pékerman contra Costa Rica: puso a diez suplentes. Los tres jugadores ‘mágicos’ se quedaron en el banco y tuvieron que entrar de emergencia a tratar de componer un partido desastroso. Intentaron dar orden a un equipo confundido. No lo lograron. James no pasó desapercibido tan solo porque tuvo mucha ansiedad de pedir todos los balones, de querer resolver él solo. Por supuesto, solo no pudo.
Cardona, que jugó todo el segundo tiempo ese día, no apareció. Ni por la izquierda ni por el centro. Ni siquiera tuvo su buena pegada de media distancia. El único que mostró otra cara fue Cuadrado, quien entró a jugar como lateral derecho y se convirtió en válvula de escape. Oxigenó al equipo, le dio aire, aunque finalmente se perdió el juego. Sucede que la curva de rendimiento de los tres ha ido hacia abajo. El viernes pasado, los tres ‘mágicos’, los tres talentosos, los tres que pueden asociarse y destruir murallas rivales, como la que planteó Perú, se nublaron. Y si Colombia aspira a llegar a la final, necesita de su brillo.
Estrellas apagadas
En los dos últimos partidos, Colombia ha sufrido para generar juego ofensivo. Bacca –o Róger Martínez contra Costa Rica– se ha quedado aislado, luchando solo. Y los creativos, el circuito de armado que componen estos tres hombres, no funcionaron. Contra Perú, además del bajón en el nivel y de la imprecisión, se encontraron con la solidez peruana.
En los dos últimos juegos, James no ha tenido asistencias. No ha anotado gol. Logró un remate en el palo, contra Perú, que pudo evitar tanto drama para clasificar. Pero luego desapareció. Cardona y Cuadrado tampoco tuvieron asistencias en estos juegos, ni goles. Ni siquiera remataron al arco. Sus estadísticas son frías, preocupantes. Cardona se vio lento y falto de dinámica. Cuadrado, ansioso, queriendo hacer florituras improductivas.
Por eso, la preocupación en la Selección de cara a la semifinal. Porque se necesita que al menos uno esté iluminado, y no se los ve bien. Afortunadamente, los tres tienen tanta capacidad que en cualquier momento pueden recuperar su nivel, uno, dos o los tres, entonces Colombia volverá a tener su potencial ofensivo. Es lo que se espera.
¿Qué alternativas hay?
En el esquema táctico que emplea Pékerman, el que más ha usado, el 4-2-3-1, estos tres jugadores son vitales porque no hay un segundo delantero, porque se necesita de sus desbordes por las bandas, de su volumen ofensivo, de sus asistencias y remates. Si alguno no funciona –o los tres–, como pasó contra Perú, Colombia puede ingresar a Dayro Moreno, a Marlos Moreno, jugadores que con otra dinámica pueden ser, eventualmente –no es garantía–, una solución. Contra Perú, Sebastián Pérez fue suplente y entró como una aspiración de solución. No funcionó, aunque es un jugador que se asocia bien.
Para la semifinal, siempre será mejor contar con los titulares, con James, Cardona y Cuadrado, pero se les necesita en buen nivel, dinámicos, concentrados, decisivos. Si no, habrá que mirar variantes, de hombres o de esquema.
PABLO ROMERO
Redactor de EL TIEMPO
@PabloRomeroET
PABLO ROMERO
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