La plenaria del Senado aprobó en la noche de este jueves un proyecto que elimina el cobro de algunas penalidades que los usuarios deben cancelar por ciertos usos que les dan a los tiquetes aéreos.
La principal novedad es que el derecho a retractarse en la compra de un pasaje aéreo aumentó de dos a tres días y se elimina el pago de la multa que actualmente se cobra.
Esta medida en concreto aplica para las cuatro tarifas que existen en el país: promo, económica, flexi y ejecutiva.
Una segunda decisión, pero que solo es válida para la tarifa económica, es que se reduce a la mitad la multa que el usuario debe pagar cuando cambia su tiquete faltando ocho días para el vuelo. Esa sanción está actualmente en unos 60.000 pesos, pero ahora quedará en unos $ 30.000, ya que se tasó en el equivalente a 1,5 salarios mínimos diarios legales vigentes.
Otro punto clave, que solo aplica también para la clase económica, es la eliminación definitiva de la multa que el usuario debe pagar por la corrección de su nombre o apellido en el tiquete, la cual –actualmente– se debe cancelar así la equivocación sea de la compañía que lo expidió.
Si este proyecto es sancionado por la Presidencia, la penalidad de unos 50 dólares que hoy se paga por una corrección ortográfica en los tiquetes quedará abolida definitivamente.
Algo que el Congreso se encargó de dejar claro es que lo relacionado con estos temas en las tarifas promocionales no se tocan en ninguna parte del articulado aprobado anoche en último debate.
El representante de ‘la U’ Eduardo Crissien, autor de esta iniciativa, aseguró que finalmente se logró un consenso entre los congresistas para darle trámite a esta norma, a pesar de la oposición que se sintió por parte de algunos sectores cercanos a las aerolíneas.
“Estamos preservando el mercado para que haya una buena oferta, lo cual se aclara para que no haya temor en este sector”, precisó el legislador.
Crissien destacó que esta nueva normatividad no aplica para las transacciones que se realicen con tiquetes a destinos internacionales.
“Hubo una guerra sucia muy fuerte contra este proyecto”, concluyó el representante.
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