Los homosexuales, principales víctimas de la matanza en Orlando, son uno de los objetivos habituales del grupo Estado Islámico (EI), que ha matado a varias decenas de ellos en los territorios bajo su control en Siria e Irak.
El grupo yihadista se responsabilizó del ataque, especificando que Ómar Mateen, “soldado del califato”, atacó un “club nocturno de los adeptos de Lot”, como se califica a los homosexuales en los textos sagrados. Desde el inicio de su actividad, este grupo extremista ha difundido escritos y videos propagandísticos para denunciar la homosexualidad. (Lea también: EE. UU. se enfrenta a una amenaza 'hecha en casa')
Los videos muestran a personas “condenadas por sodomía” siendo lanzadas desde la azotea de un edificio o lapidadas en público.
Estas ejecuciones se pronuncian con base en el ‘código penal’ que el grupo Estado Islámico estableció en el 2014 inspirándose, según ellos, en los principios de la sharia practicada en los inicios del islam. Activistas afirmaron en las redes sociales que, en algunas ejecuciones, los hombres habían sido asesinados por oponerse a los yihadistas, quienes utilizaron en cambio su presunta homosexualidad como pretexto para matarlos.
AFP