Las delegaciones de paz del Gobierno y las Farc acordaron un plan para la sustitución voluntaria de cultivos ilícitos en 10 veredas del municipio de Briceño (Antioquia), que se pondrá en marcha de manera conjunta.
El plan, que hace parte del acuerdo sobre solución al problema de las drogas ilícitas, comenzará en Briceño, Antioquia. En ese municipio comenzó en julio del año pasado el piloto de desminado entre el Gobierno y las Farc. (Lea también Farc se comprometen a romper cualquier relación con el narcotráfico)
Con estas medidas , la mesa de conversaciones apunta a la construcción de confianza en el proceso. Un ejemplo del desescalamiento también es el plan piloto de desminado humanitario en la vereda El Orejón del mismo municipio antioqueño.
“Esta aproximación conjunta al territorio, a las comunidades y a sus líderes ha abierto la oportunidad de incorporar al proceso de desminado humanitario la sustitución voluntaria de los cultivos de uso ilícito”, destacaron los negociadores.
Pero también significa el comienzo para llevar a la práctica la erradicación manual y voluntaria de cultivos de coca, uno de los temas centrales acordados entre las partes en el punto sobre la solución al problema de cultivos ilícitos. Según lo acordado, aquellos que erradiquen o sustituyan estas siembras serán beneficiarios de la renuncia de la acción penal y extinción de la pena en su contra.
El objetivo es que con la puesta en marcha del acuerdo las poblaciones con mayor número de hectáreas sembradas con coca inicien el proceso, con lo que la erradicación manual forzosa pasaría a un segundo plano.
"El desarrollo de este acuerdo ratifica el compromiso del Gobierno y de las Farc con la solución definitiva al problema de los cultivos de uso ilícito", señalaron en un comunicado conjunto las delegaciones de paz.
Las 10 veredas son El Orejón, Pueblo Nuevo, La Calera, La América, El Pescado, La Mina, Buena Vista, Altos De Chiri, Roblal y Palmichal. Sin embargo, la mesa abrió la puerta para que otras veredas de Briceño que manifiesten su disposición, también sean incluidas. (Además: Sacar a 64.500 familias de la coca valdría $1,2 billones)
Adicionalmente, las delegaciones de paz acordaron conformar una instancia de coordinación conjunta para la definición de protocolos y marcos operativos. Este acuerdo se ejecutará a partir del 10 de julio de este año.
Un grupo integrado por el Gobierno, las Farc, la Oficina de Naciones Unidas contra la droga y el delito y voceros de las comunidades acompañaran en esos territorios esta iniciativa de sustitución voluntaria de cultivos ilícitos.
Asimismo, este plan tendrá el acompañamiento de la Organización Internacional para las Migraciones y la organización de la ONU para la alimentación y la agricultura (FAO).
El acuerdo contempla la suscripción de compromisos por parte de la comunidad para la sustitución y no resiembra, “con el propósito de facilitar el tránsito hacia economías legales de cultivadores, recolectores y amedieros”, señala el comunicado de los negociadores.
También se podrán en marcha proyectos productivos alternativos para garantizar su sustento y seguridad alimentaria, con la participación de las comunidades, según lo acordado en el punto 4 de la agenda de conversaciones denominado “Solución al problema de las drogas ilícitas” y también el primer punto acordado en Cuba sobre desarrollo rural, en materia, por ejemplo, de preservación del medio ambiente.
En estos momentos se discuten en Cuba los últimos detalles del fin del conflicto, punto tres de la agenda, que incluye, entre otros temas, el proceso de dejación de armas y ubicación de las tropas de la guerrilla.
JUAN CAMILO PEDRAZA
Redacción PAZ