Las ciudades colombianas están llenas de muros, grandes y largos muros; la mayoría abandonados, sucios, desmantelados. Los usan para pegar cualquier afiche publicitario, para rayarlos y, en muchos casos, de baño público.
Al ver que esos espacios estaban desperdiciados, Diego Delgado y Manuel Agámez, dos jóvenes emprendedores con una larga experiencia académica y corporativa, se ingeniaron la manera de darles una nueva vida. Fue así como nació Murarte, una propuesta de renovación urbana y de emprendimiento social que combina el diseño, el arte, la fotografía y la publicidad, con un marcado sentido de amor patrio.
Diego Delgado, CEO de Murarte, resume así en qué consiste su trabajo: “Convertimos muros abandonados en galerías que muestran lo mejor de Colombia, sus paisajes, sus ciudades y su gente”. Y así, estos muros cuentan historias colombianas.
Y lo hacen de la mano de Marca País, iniciativa oficial que exalta la imagen y los símbolos colombianos, con el fin de unificar los conceptos gráficos. Por ejemplo, en Cali levantaron una galería muro de 1.500 metros donde plasmaron varios de los sitios más representativos de la ciudad: la Ermita, el Gato de Tejada y el monumento de Sebastián de Belalcázar.
Para el ‘murarte’ de Cali se sumaron a la campaña institucional #MiCaliSoñada, que busca resaltar el sentido de pertenencia de los caleños, y convocaron a jóvenes artistas, diseñadores y fotógrafos. En Medellín hicieron algo similar en el sector de Las Palmas.
Aunque los murales incluyen publicidad, la imagen de los anunciantes se ve de manera muy discreta para no quitarles protagonismo a los escenarios creados. “Es 90 por ciento arte y 10 por ciento publicidad”, aclara Delgado, satisfecho de esta labor, con la cual las ciudades están cambiando de fachada y causando una mejor impresión.
Explica que se adelantan gestiones para desarrollar proyectos similares en la Circunvalar de Bogotá y en Bucaramanga. Y también en Lima (Perú), desde donde los llamaron al ver los trabajos desarrollados en Cali.
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