Los 390 migrantes cubanos que desde hace tres semanas permanecen en Turbo (Urabá antioqueño), tras el cierre de la frontera entre Colombia y Panamá, piden al Gobierno Nacional un puente aéreo, a través de un tercer país, para poder entrar a Estados Unidos.
Según Alejandro Labarte, inmigrante y líder cubano, en este momento las personas que se encuentran de paso en el municipio de Urabá se resisten a retroceder en su camino y volver al Ecuador, y más aún a retornar a Cuba o a sus países de origen.
El verdadero objetivo, dijo Labarte, es llegar al país del norte, donde sus familiares y amigos los esperan.
“Cumplir nuestros sueños es el fin. Estamos firmes en nuestra decisión, queremos llegar a Estados Unidos; no queremos volver a Cuba o a los otros lugares de donde venimos. Si hubiéramos estado bien en esos países, no hubiéramos tomado el riesgo de venirnos”, dijo el migrante.
El dinero del pasaje, señaló el líder, sería enviado desde Estados Unidos por medio de la comunidad cubanoamericana y de sus familiares. A su vez, los países que podrían servir de puente serían Canadá o México.
Para Alejandro Abuchar, alcalde de Turbo, los migrantes requieren un acuerdo que les permita llegar a su destino final, pero Migración Colombia ni los deporta, ni mucho menos le ha podido dar solución a su problemática.
El alcalde contó que hace poco un funcionario de Migración Colombia pidió una investigación en contra del propietario de la bodega en donde han dormido los migrantes, para determinar si ha incurrido en el delito de trata de personas.
“El pueblo está unido en la labor de ayudar a estas personas para que mientras estén acá no pasen hambre. Por eso, un comerciante de buena voluntad y sin ningún interés facilitó la bodega; pero también han donado comida y cosas básicas para evitar una problemática de salud pública”, dijo el funcionario.
Abuchar agregó que los ciudadanos de Turbo no pueden hacer oídos sordos ante este problema social, pero que tampoco merecen ser señalados por Migración.