De no aprobarse este martes el nuevo Código de Policía que hace tránsito en la Cámara de Representantes, las autoridades policiales no podrán contar con herramientas claves que trajo esa norma impulsada por el Gobierno, y que son necesarias para frenar el hurto de celulares, las riñas y homicidios, los ataques a los sistemas masivos de transporte, bajar niveles de ruido y controlar la subutilización del espacio en zonas residenciales (bares-discotecas), entre otros aspectos.
En lo corrido del año han sido reportados como hurtados 20.098 celulares en el país (hasta el 29 de mayo), muchos de los cuales podrían ser utilizados para realizar actividades delictivas como la extorsión. El mercado ilegal de estos equipos, según las cifras de la Presidencia de la República, generan aproximadamente ganancias ilegales de 830.000 millones de pesos al año, y según la Policía Nacional, el 70 por ciento de estos equipos hurtados se comercializan en Ecuador, Venezuela, Perú y Argentina.
Por eso, para la Policía es indispensable que se le den herramientas que no solo estén contempladas en el Derecho Penal, sino contar con medidas como las que traerá el nuevo Código de Policía, que este martes tendrá su tercer debate en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes y que de no ser aprobado se caería.
“Si se aprueba el Código, por ejemplo, solo se podrán comercializar los equipos celulares que tengan la autorización expedida por el Ministerio de Tecnologías. Esto nos facilitará cerrar aquellos establecimientos donde se venden celulares hurtados. Es necesario que existan disposiciones que permitan controlar la compra, alquiler, uso, comercialización y venta de tarjetas ‘sim card’ y equipos móviles”, dijo a EL TIEMPO el director de la Policía Nacional general Jorge Hernando Nieto.
El oficial reiteró que el actual Código de Policía es obsoleto ya que fue expedido en el año de 1970 y que, por ello, no responde a las necesidades de una sociedad moderna.
Las autoridades afirman que por ese viejo código que sigue vigente, la institución se queda corta para frenar y mediar en situaciones como las riñas entre vecinos y familiares, muchas de ellas bajo el agravante del consumo de bebidas embriagantes. Este año se han reportado 1.762 homicidios por riñas y en el año 2015 en total fueron 4.755 muertes. La Policía asegura que el Código trae nuevas normas de convivencia que, de no ser cumplidas, generarán multas más altas para los ciudadanos, lo que busca bajar los conflictos por intolerancia.
El alto volumen del equipo de sonido, por ejemplo, ha significado enfrentamientos que dejan lesiones personales y hasta homicidios. Con la aprobación del Código de Policía los integrantes de la institución quedarán autorizados para intervenir de manera directa en este tipo de situaciones, llegando a apagar la fuente del ruido.
Las multas actuales son tan absurdas que oscilan entre los 50 y los 1.000 pesos, pero con la aprobación del Código habría sanciones más fuertes por incumplir las normas, como en casos de mal uso del transporte masivo. “A quien manipule, deteriore, destruya o bloquee las puertas de las estaciones u ocasione daño a los buses articulados del sistema masivo de transporte se le impondrá una multa aproximada de 325.328 pesos, y deberá reparar los daños”. Esta sería una forma de frenar el vandalismo contra el sistema, delito que no se contempla en el Código Penal.
La norma también servirá, dice Nieto, para frenar el crecimiento sin control de los sitios nocturnos donde hay gran consumo de bebidas alcohólicas que afectan la convivencia en zonas residenciales. De aprobarse, la apertura de cualquier establecimiento comercial debe informarse al comandante de Policía del sector para que verifique las normas sobre el uso del suelo.
Ante la importancia del tema, el presidente Juan Manuel Santos le pidió este fin de semana al Congreso que le dé prioridad al trámite del proyecto de ley que modifica el Código de Policía.
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