Pablo Fajardo tenía una finca con ganado y cultivos de plátano, ubicada en la vereda El Danubio, de Puerto Rico (Meta). De esas tierras, en las que vivía con su esposa y sus tres hijos, tuvo que huir después de dos años de pagar la extorsión que le cobraban las Farc.
Tomó la decisión en el 2004, después de ser secuestrado por el frente 44 de esa guerrilla. Aunque logró huir de sus captores y se fue a vivir a Bogotá, las amenazas lo persiguieron, por eso se fue de Colombia.
“Perdí el trabajo de toda una vida, y cuando me escapé mataron a un primo y a dos empleadas que estaban en mi finca. Me fui para Costa Rica y allí me asilé. Luego, en el 2006, el Gobierno costarricense me envió para Suecia”.
Como Pablo, la Unidad de Víctimas ha registrado a otras 8.908 personas que tuvieron que dejar el país por las acciones de grupos ilegales. La mayoría de víctimas está en Ecuador, donde la cifra de connacionales desplazados es de 917, Canadá (886), Estados Unidos (827) y España (458).
Pablo Fajardo, quien logró regresar el año pasado a Colombia, y a quien la Unidad de Víctimas le reconoció una indemnización de 10 millones de pesos, es de los pocos que ha buscado volver. Desde el 2013 la Unidad solo ha recibido 454 solicitudes de colombianos que desean retornar, un 5 por ciento de todas las víctimas registradas. De esos casos, se han hecho efectivos 75 retornos.
La mayoría de quienes buscan regresar, el 33 por ciento, vive en Ecuador, seguido por Venezuela, con el 19 por ciento.
La Unidad de Víctimas reconoce que a pesar de sus esfuerzos, siguen siendo pocas las víctimas en el exterior que se han registrado en los 116 consulados en el extranjero, o a través de la página web. Se estima que el subregistro es alto, pues la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) dice que de 350.000 colombianos que han salido exiliados, miles de ellos lo han hecho por el conflicto, mientras que la Defensoría del Pueblo estima que los connacionales que han huido por la violencia podrían llegar al millón.
Ante los pocos registros, la Unidad amplió el año pasado el plazo para que las víctimas en el exterior que sufrieron hechos en Colombia anteriores al 2011, se registren. Podrán hacerlo hasta el 19 de junio del 2017.
Una vez recibidas las solicitudes de inclusión, el consulado envía la información a la Unidad de Víctimas para que se haga la respectiva verificación y se inicie el proceso.
Del total de personas que han tenido que exiliarse, 2.549 salieron por amenazas, 2.519 fueron víctimas de desplazamiento forzado, 520 fueron víctimas de homicidio, 602 fueron despojadas de sus tierras, 175 sufrieron actos terroristas, 193 estuvieron secuestradas y 37 sufrieron violencia sexual. Muchos, incluso, sufrieron más de un hecho violento.
El principal victimario de los colombianos en el extranjeros son las guerrillas (54 por ciento), seguido de los paramilitares (27 por ciento), bandas criminales (2 por ciento), la Fuerza Pública (1 por ciento) y otros actores (15 ).
La indemnización de los connacionales en el exterior fue priorizada el año pasado por la Unidad de Víctimas. Paula Gaviria, directora de esta entidad, afirma que “Colombia no solo es el país del mundo que más víctimas ha reparado, sino que también es el único en el mundo que repara a las víctimas del conflicto incluso más allá de sus fronteras”.
Según cifras del Gobierno, entre el 2013 y 2015, a 631 víctimas que viven en otros países se les ha pagado la indemnización a través de cuenta extranjera o cuenta nacional, con transferencias de más de 3.443 millones de pesos.
“A pesar de que están priorizadas para indemnización, la documentación de las víctimas en el exterior no es fácil porque debe garantizarse que se les está dando el recurso a todos los beneficiarios y esto incluye núcleos familiares. Es por esto que el año pasado hicimos una jornada masiva de reconocimientos en Ecuador y este año queremos hacerlo en fronteras”, afirma Gaviria.
Quienes están en otro país solo reciben reparación por medio de la indemnización. Sin embargo, una vez retornan a Colombia, la ley contempla que pueden acceder a la reparación integral. Pese a esto, quienes regresan mantienen dificultades para rehacer su vida.
“Regresé a Colombia en el 2015 pero lastimosamente ya había perdido mi hogar. Ahora tengo 53 años y no he podido conseguir empleo. En la Unidad me dieron 10 millones de pesos, pero pensar en que me restituyan mi tierra es muy complicado”, dice Fajardo.
‘Cancillería, con límites para registrar’
Martin Gottwald, representante de Acnur.
¿Cuántos colombianos han dejado el país?
Como Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) hemos registrado a 350.000 colombianos que han salido por temores de persecución en Colombia por razones de raza, religión, política, etc. No todos ellos fueron víctimas del conflicto. No hay una entidad que tenga una cifra concreta de cuántas son las víctimas en el exterior. La Defensoría del Pueblo estima que son un millón.
¿Por qué van tan pocos registros?
La Cancillería tiene límites para esta labor. Los cónsules no tienen total acceso a las víctimas en el exterior, pues muchas viven alejadas de los sitios donde operan. De otro lado, muchas aún desconfían del Estado, sienten temor, o desconocen la Ley de Víctimas. Otros son indocumentados y temen una deportación.
¿Qué dificulta el retorno?
Hay que registrarse con el cónsul para aplicar al retorno, pero muchos colombianos no quieren escoger esta vía. La otra dificultad es que el Gobierno no cuenta con un sistema de reintegración para los que están afuera.
KAREN BOHÓRQUEZ CONTRERAS
Redacción Justicia