De nuevo, el temor se siente entre las comunidades indígenas asentadas en las zonas urbana y rural de los municipios de Caloto y Santander de Quilichao, al norte del Cauca, luego de que empezara a circular un panfleto con amenazas de muerte contra líderes indígenas y cuya autoría, al parecer, sería de las ‘Águilas negras’.
El pasado miércoles, atentaron contra uno de ellos, en la vía Panamericana, en el tramo entre Santander de Quilichao y la vereda El Llanito.
Albeiro Camayo, coordinador de la guardia indígena del norte del Cauca, fue blanco de un ataque a bala.
Camayo se dirigía a su sitio de habitación luego de participar en un ritual cultural y de cumplir con deberes de su cargo en la organización indígena.
“Albeiro tanqueaba en la estación de servicio que sale de Santander a Popayán y ahí, al parecer, unos hombres lo identificaron porque esperaron hasta que terminara y luego iniciaron un seguimiento, y más allá del puente de Mandiva, se le fueron acercando”, contó Edwin Mauricio Capaz, defensor de los derechos humanos de la Acin (Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca).
Al ver a los hombres tan cerca, Camayo aceleró su motocicleta y pudo tomar una distancia considerable, pero fue en ese momento cuando empezaron a dispararle. Los desconocidos lograron alcanzarlo y de nuevo accionaron sus armas, dos de los proyectiles impactaron su maletín.
“Afortunadamente, el líder indígena llevaba el chaleco antibalas que le han dado para su protección y uno de esos impactos dio en el cojín de la motocicleta”, relató Capaz.
El atentado contra Albeiro Camayo se presentó seis días después de que en Santander de Quilichao y Caloto, al norte del Cauca, circulara un panfleto, al parecer del grupo armado ilegal ‘Águilas negras’, y en el que se le amenazaba de muerte junto a Nelson Lemus, Giovanni Yule y Luz Eidy Julicue, autoridades indígenas de la Acin.
En el panfleto ofrecían 20 millones de pesos a quien atentara contra sus vidas.
“Este atentado deja como precedente la falta de respuesta del Estado colombiano, al que hacemos responsable directo por la omisión de las denuncias y por no hacer respetar el derecho a la vida de defensores de derechos humanos y líderes indígenas”, señaló la organización indígena.
Según la Acin, en el norte del Cauca han circulado ocho panfletos y las denuncias que han hecho sobre estos hechos no han sido suficientes para que las autoridades actúen.
“La impunidad frente a estos casos de amenazas ha permitido en el norte del Cauca un escenario de amedrantamiento a los sectores sociales, así como la ejecución de asesinatos selectivos que las autoridades ordinarias, irresponsablemente, califican como hechos aislados”, señaló el Tejido en Defensa de la Vida y los Derechos Humanos.
POPAYÁN