Tan solo faltaban cuatro vueltas para levantar los brazos. La carrera que había planteado estaba saliendo a la perfección. Iba de primero y Colombia se entusiasmaba con un nuevo triunfo en las 500 Millas de Indianápolis (séptima válida del calendario de la IndyCar y que este domingo cumplió su centenario); sin embargo, a Carlos Muñoz no le alcanzó el combustible, tuvo que ingresar a los pits y ceder el triunfo final a Alexander Rossi. El bogotano se quedó a las puertas de la gloria y terminó de segundo, un puesto que sabe a poco.
Más de 300.000 personas estuvieron en el escenario en el que Muñoz partió desde el quinto puesto. La estrategia iba funcionando muy bien. Nunca salió de los primeros diez de la prueba y poco a poco se fue metiendo entre los candidatos a llevarse el triunfo.
Era una carrera larga, nada se podía definir antes de los últimos giros. Los autos del equipo Andretti Racing eran más fuertes al inicio de la carrera. Ryan Hunter-Rey y Townsend Bell luchaban con James Hinchcliffe. Los ingresos a reabastecer y las banderas amarillas cambiaban, cada que podían, el orden en la parte delantera.
Mientras tanto, y cuando Helio Castroneves iba escalando posiciones y se veía como un serio candidato para ganar, Muñoz iba atrás con un buen coche y siguiendo los pasos del brasileño.
El grupo quedó definido en las últimas 20 vueltas. Josef Newgarden y Tonny Kanaan se peleaban la punta, pero se vieron obligados a ingresar a los pits. Eso lo aprovechó Muñoz para saltar varios puestos en la clasificación y ubicarse en el liderato de la prueba. Las esperanzas crecían. Las banderas colombianas se ondeaban tímidamente en algunos sectores de la tribuna. El triunfo era posible.
Pero en la vuelta 196, cuando los corazones de los aficionados colombianos estaban más acelerados que los carros que competían, los ingenieros avisaron a Muñoz que debía entrar a reabastecer. La gasolina era escasa para completar las 200 vueltas. Las ilusiones se fueron al piso. Este mal cálculo pesó mucho.
Esta circunstancia fue aprovechada por Rossi, quien administró mejor su combustible, para entrar con apenas 4 segundos sobre el colombiano y ganar, a sus 24 años, el centenario de las 500 Millas de Indianápolis. “No tengo idea de cómo sacamos esta carrera. Corrí las últimas tres vueltas apenas con el espíritu del combustible”, sentenció el gran vencedor.
Montoya se retiró
Cuando peleaba por ubicarse en los puestos delanteros, Juan Pablo Montoya perdió el control de su carro en la vuelta 64 y terminó estrellándose contra el muro. De esta manera, el rey defensor de la competencia tuvo que retirarse de la prueba.
Fue la parte trasera de su automóvil la que presentó problemas en la suspensión, lo que le impidió continuar en la carrera.
Con este revés, Montoya descendió al décimo puesto de la clasificación general de la IndyCar.
FELIPE VILLAMIZAR M.
Redactor de EL TIEMPO
@FelipeVilla4