Me ha llamado la atención cómo algunos canales están comenzando a generar espacios de discusión acerca de sus series más destacadas.
Uno de los más importantes es ‘After the Thrones’, un programa en el que se discuten los acontecimientos del episodio de ‘Game of Thrones’ que se vio el domingo, y que se emite los lunes por HBO.
El espacio es ameno, profundo en cuanto a la charla y los comentarios. Un bocado para los seguidores incondicionales y a la vez ofrece un tono divertido alrededor de una saga que dispara muchas emociones.
Hay que tener cuidado si no se ha visto el episodio en su horario original, pues se exploran situaciones claves del capítulo y no está exento de revelar ‘spoilers’.
Así mismo, también ha sido interesante la experiencia de ‘Talking Dead’, un especial con todas las de la ley: actores invitados, fanáticos y una producción que analiza a fondo situaciones de las series ‘The Walking Dead’ y ‘Fear the Walking Dead’, dos producciones inspiradas en un mundo plagado de zombis.
De nuevo, se agradece la manera en que se lleva a cabo la producción de este programa, pues sigue el modelo de espacio periodístico y logra profundizar no solo en los datos o las situaciones, sino también en aspectos específicos de los protagonistas.
‘Talking Dead’ (por el canal AMC) lleva varias temporadas y se ha convertido en un referente esencial para los seguidores a muerte de las series.
¿Pero cuál es la razón de que estos formatos asuman un nuevo protagonismo en la televisión?
La respuesta podría ser que este medio parece estar buscando un nuevo terreno de interacción; eso sí, sin dejar a un lado a las redes sociales como herramientas de retroalimentación.
Así mismo, parece querer seducir a los televidentes más ‘vintage’ o nostálgicos: esos que siguen religiosamente las emisiones de su programa favorito en la pantalla del televisor y no tanto en las plataformas legales (o en algunos casos en páginas ilegales).
Se habían demorado los canales en plantear un espacio de discusión así, ya que se trata de producciones que han ido adquiriendo el matiz de religiones y que siempre van a disparar reacciones airadas y emocionales que otros medios estaban explorando y explotando con gran eficacia.
Me refiero a los videos en YouTube o Twitter, que podrían en cierta medida tener una pequeña competencia en la televisión como esa fuente de discusiones cercanas; en casa o entre familiares y amigos.
Una apuesta arriesgada, pero interesante y que ha demostrado solidez y calidad en su manera de llevar la charla y proponer herramientas de acercamiento como los cuestionarios, los adelantos o los análisis de escenas. Los programas no tienen nada que envidiar a propuestas nacidas en la red y, lo mejor, es que todas esas propuestas pueden convivir por el bien de las series y el televidente.
ANDRÉS HOYOS VARGAS
Cultura y Entretenimiento