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Moda y desplazamiento se unen en la pasarela

Moda y desplazamiento se unen en la pasarela

Cleiner Cabadías y Dora Sánchez protagonizan la segunda edición de Somos Color.

27 de mayo 2016 , 04:30 p. m.

Dos recuerdos tiene muy grabados Cleiner Cabadías de la época en que vivió en Mesopotamia, corregimiento de Bojayá (Chocó): el paisaje de la finca de la que vivía su familia y a su mamá, en la casa en la que vivían en el pueblo, cosiendo un vestidos para ella y su hermanas.

“Era una finca de 20 hectáreas; había cacao, plátano, maíz. Y el pueblo era tranquilo, hermoso, lleno de felicidad. Pero de un momento a otro todo cambió. Comenzamos a ver señores que no conocíamos y gente que uno conocía iba cayendo muerta. Entonces mis papás decidieron que nos fuéramos a vivir a Quibdó. Todo se perdió, pero era más importante nuestra vida”, relata Cabadías.

Ella tenía 12 años. Para sobrevivir, su mamá comenzó a coser para otros: uniformes, arreglos, encargos y Cleiner se volvió su ayudante de primera mano: cortar, moldes, deshacer costuras... “Al rato ya era yo la que hacía todo”.
Así fue como le cogió cariño a la moda, a diseñar, a crear, usando mucho las molas de los indios kunas.

“Yo me hacía mis cosas y a mis compañeras les gustaba y me encargaban. Les parecía diferente, no era lo que todo el mundo usaba. A la gente afro le gusta vestir distinto. Así fue que empecé. Yo no voy con la moda sino que hago mis propias modas”, dice sonriente.

Ella será protagonista, junto a Dora Sánchez, de la pasarela Somos Color, que en su segunda edición resalta a mujeres que como ellas han superado el conflicto (ver recuadro).

Porque Dora también tuvo que salir del municipio antioqueño de Santa Rita de Ituango para Medellín, dejando a sus abuelos y su casa. La muerte de sus primos, parientes cercanos y amigos fueron las razones de peso que hicieron que la abuela de Dora le planteara a su nieta la urgencia por salir del territorio.

Hoy día Dora vive en Barranquilla con sus tres hijos, a quienes sacó adelante con sus diseños de bisutería con la marca Gras, un arte que le enseñó 20 años atrás una mujer en la playa del Rodadero, en Santa Marta, donde ella vendía bromas y otras los collares.

Ya en Barranquilla contó con apoyo del programa Unidos podemos reparar a las víctimas, liderado por la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, el cual logró reenfocarla para volverse una emprendedora.

Una pasarela inclusiva

Henkel presenta los tonos rubios

Henkel y la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Victimas llevan a cabo la segunda Pasarela Somos Color, que en esta edición busca exaltar el papel de las mujeres que han superado las consecuencias del conflicto en el país y contribuir a la visibilización de los mensajes positivos que promueven la paz y la inclusión social en Colombia. Será el miércoles 1 de junio, a las 6 p. m. en el Colegio Nuevo Gimnasio (calle 81 n.° 12- 95)

Además de las diseñadoras de ropa y bisutería, Henkel presentará su nueva propuesta en tendencias para teñido del cabello: los rubios, que pueden ser destellos luminosos como el sol, dulces como el carame-
lo y suaves como la arena.

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