Cientos de estudiantes y profesores de universidades públicas venezolanas protestaron el jueves en Caracas para denunciar la grave crisis presupuestaria que los aqueja, en una jornada que también movilizó a alumnos de centros de educación superior afines al chavismo.
Aunque no lograron marchar hacia el ministerio de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, como planeaban, los manifestantes lograron que un viceministro de la cartera acudiera al centro educativo para recibir un pliego de exigencias. “Obligamos al viceministro (Andrés Ruiz) a venir, le entregamos el documento, le dimos 48 horas para una respuesta y una semana para resolver”, dijo ante centenares de estudiantes Víctor Márquez, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
De no haber soluciones, el próximo jueves “tomaremos nuevamente las calles”, añadió Márquez.
En los alrededores del claustro fueron desplegados unos 500 policías antimotines. “Es increíble un despliegue de este tipo”, cuestionó la rectora de la institución, Cecilia García, señalando que esos agentes deberían destinarse a enfrentar la inseguridad. (Lea también: Poca acogida en movilización de opositores venezolanos revela desgaste)
Los policías impidieron el avance de la marcha, tras lo cual el Viceministro se reunió frente a la UCV con la rectora y representantes de estudiantes, profesores y otros trabajadores.
A solo cinco cuadras de allí, en la plaza Venezuela, varios cientos de alumnos de línea oficialista se congregaron para marchar hacia el palacio presidencial de Miraflores y reivindicar los logros de la política educativa del Gobierno.
Estudiantes de la UCV calificaron esa marcha como una “provocación”, pues a su juicio fue convocada a última hora.
La comunidad de la UCV denunció una situación crítica por los bajos salarios, atrasos en los pagos, falta de recursos para el mantenimiento de las instalaciones y la inseguridad. “La UCV atraviesa la peor crisis de sus 294 años de historia”, dijo Samuel Pérez, representante de los docentes. “El presupuesto asignado se agotó en abril, el Gobierno envía los recursos con retraso, incluyendo el pago de salarios”, afirmó a su vez Pérez.
La falta de presupuesto obliga a cancelar cátedras, mantiene cerrados laboratorios y el comedor, e impide actualizar las bibliotecas, dice el profesorado.
AFP