El Congreso extendió este miércoles el estatus de ley al cultivo, comercio y consumo de marihuana con fines medicinales, por lo que en el país se abre una puerta para que personas con diferentes enfermedades puedan ser tratadas con esta planta.
El proyecto de ley, el número 80 de 2014, de autoría del senador Juan Manuel Galán, pasará a conciliación en el Congreso y luego a sanción presidencial para ser ley de la República.
Para explicar el uso de la marihuana con fines medicinales, el médico y toxicólogo Javier Téllez, autor del libro ‘Marihuana: aspectos toxicológicos, clínicos, sociales y potenciales usos terapéuticos’, cuenta detalles de cómo se realiza la aplicación del fármaco en las personas enfermas, las dolencias que se tratan y sus diferencias con la marihuana de uso recreativo.
¿Cuál es la diferencia científica de la marihuana medicinal de la tradicional?
La marihuana terapéutica está orientada a personas enfermas, aspecto que no sucede con la marihuana lúdica. En la de uso recreativo existe un componente psicoactivo denominado tetrahidrocanabinoide, identificado como THC, el cual produce el efecto de alucinación, mientras que la marihuana terapéutica generalmente no tiene el THC.
¿En qué casos se suprime el componente psicoactivo y en cuáles no?
Generalmente en los casos de enfermedades que causan inflamaciones se elimina el THC, porque potencia sus efectos antiinflamatorios y analgésicos, mientras que en algunos medicamentos para enfermos de cáncer se incluye ese componente, pero en cantidades mínimas.
¿La marihuana medicinal podría causar efectos alucinógenos?
En general, no. Cuando se saca al mercado un producto tiene ya unos estudios previos que minimizan estos riesgos. Además, en esas dosis y en esos porcentajes tan mínimos, por lo general no ocurre.
¿Cuáles son los efectos principales de la marihuana medicinal?
La medicinal tienen componentes que producen cinco acciones principales: desinflamar, reducir el dolor, estimular el apetito, detener el vómito y relajar la musculatura, en el caso de las enfermedades neurológicas.
¿Qué enfermedades se tratan con esta?
Hay evidencia científica de que la marihuana medicinal tiene resultados favorables en enfermedades que producen inflamación, como la artritis reumatoidea y la artrosis, u otras neurológicas, como el párkinson, la esclerosis múltiple o la esclerosis lateral amiotrófica, en las que el uso de los derivados del cannabis puede reducir los problemas musculares.
En otros casos, enfermos terminales de cáncer también pueden ser tratados con los derivados de la planta, ante el constante vómito y la pérdida del apetito, principalmente en personas bajo tratamiento de quimioterapia
(Lea: Doce enfermedades que se podrían tratar con la marihuana medicinal)
Desde el punto de vista médico, ¿por qué hay expertos y pacientes que piden el uso de la marihuana medicinal?
Por ejemplo, a las personas con cáncer se les trata con derivados del opio, como la morfina o el Tramadol, que son analgésicos muy potentes, pero con efectos secundarios muy nocivos como la adicción, que las personas pierdan el contacto con la realidad y la progresiva tolerancia al fármaco, lo que produce resistencia del cuerpo al medicamento.
¿Cualquier persona podría tener acceso a este fármaco?
La marihuana medicinal no se puede automedicar. El protocolo para iniciar el tratamiento lo debe realizar un médico que conozca las patologías y la forma de tratamiento.
¿En qué presentaciones se usa?
Para uso oral hay tabletas, cápsulas y jarabes. Para personas que lo usan para tratar el glaucoma, viene en forma de gotas. Además, para enfermedades inflamatorias hay geles, lociones o pomadas.
La marihuana fumada, por la combustión, tiene los mismos efectos del cigarrillo, que pueden generar bronquitis o cáncer de bronquio o pulmón.
¿La marihuana es un medicamento que puede curar una enfermedad o es solo un paliativo dentro de un proceso?
En algunas enfermedades, la marihuana terapéutica es definitiva. Por ejemplo, en casos en los que hay trauma craneoencefálico, cuando hay sangrado intracraneal, hay un proceso de inflamación que puede causar convulsiones o un accidente cerebrovascular. El cannabis en este caso produce una regresión de esta afectación y puede evitar secuelas a largo plazo. Es un efecto comprobado.
En otras enfermedades como el cáncer no es definitivo el papel de la marihuana, pero controla completamente el vómito y el peso del paciente al no dejar reducir el apetito. En otras enfermedades como las neurológicas crónicas y las inflamatorias, no hay un poder curativo, pero sí se mejora la calidad de vida.
¿Qué tan preparados están los médicos colombianos para asumir este reto?
Yo creo que poco. Hay que aceptar la realidad como es. En las facultades de Medicina del país, la formación sobre los efectos de la droga es deficiente, y en el uso específico de los derivados del cannabis para fines terapéuticos sí habría que hacer capacitaciones masivas a especialistas para establecer protocolos en el gremio médico.
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