Mayor incidencia en el proceso de paz con la guerrilla de las Farc y celeridad de la justicia en la búsqueda de los desaparecidos, pidieron los delegados de la Mesa Nacional de Participación Efectiva de las Víctimas, en el Encuentro Nacional por la Vida y la Libertad, que se extenderá hasta el próximo viernes.
Para Nini Johana Cardoso, víctima de desaparición del departamento de Arauca y miembro de la Mesa Nacional, las familias tienen derecho a recuperar a sus seres queridos, saber en dónde están, identificarlos, reclamarlos y enterrarlos, pues solo así pueden comenzar el duelo.
“A este certamen convocamos a la rama judicial, a la Fiscalía, para poder crear estrategias conjuntas que permitan agilizar la búsqueda de los cuerpos de los desaparecidos y así poder ayudar a subsanar las heridas de muchas de las familias en el país”, afirmó la líder.
Otro de los objetivos, señaló Cardona, es que el Gobierno Nacional conceda espacios de participación directa en el proceso de paz con las Farc y las conversaciones que comenzarían entre el Gobierno de Colombia y el ELN.
Por eso, aseguró Gabriel Bustamante, subdirector de Participación de la Unidad de Víctimas de Medellín, el motivo de la reunión es la construcción de propuestas para la sociedad del posconflicto.
“Ellos se están adelantando a la firma de los acuerdos para asegurarse de cómo y cuáles van a ser las medidas de protección en el posconflicto. Pues las víctimas reclaman información de sus seres queridos”, dijo Bustamante.
El funcionario aseguró que precisamente por esa necesidad de protección y restablecimiento de sus derechos, los diálogos, planteamientos e ideas que se produzcan en el certamen van a servir tanto en La Habana, como para la construcción local de la paz.
Según Jorge Mario Alzate, director de la Unidad Territorial para las Víctimas en Antioquia, en el departamento hay 10.956 víctimas directas de desaparición forzada y 27.816 indirectas, que son los familiares y seres cercanos a los desaparecidos forzados.
“Llama la atención que la mayoría de las víctimas sean hombres, pues esas son las dinámicas del conflicto, que ha dejado muchas mujeres que están ahora a cargo de sus hogares y que requieren todo el apoyo y acompañamiento de las instituciones del Estado”, dijo Alzate.
Según él, en las cifras hay menores de edad, pero el porcentaje es mínimo, pues las desapariciones forzadas ocurren, en su mayoría, a los jefes de hogar.
Sin embargo, agregó el director, la desmovilización con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y los diálogos con la guerrilla de las Farc, hicieron que las cifras bajaran. Este año, aseguró, no hay en el departanmento nuevas declaraciones de desaparición.
MEDELLÍN