Por considerar que se ponían en riesgo las fuentes hídricas de varias veredas de Girón el Tribunal Administrativo de Santander dejó en firme, en fallo de segunda instancia, la decisión judicial que no permite construir un relleno sanitario en el sector rural conocido como Chocoa.
El terreno, que contaba con licencia ambiental por parte de la CAR CDMB, no podrá ser usado como alternativo del relleno sanitario El Carrasco, que el 30 de septiembre del 2017 cumplirá su vida útil y deberá clausurarse.
A través de cuatro declaratorias de emergencia, emitidas en los últimos cinco años, los dos últimos alcaldes de la capital santandereana han logrado ‘esquivar’ un fallo judicial que ordena el cierre del relleno sanitario, que, según la CAR local, ya cumplió su ciclo y no hay otra opción que lo sustituya.
Habitantes del barrio El Porvenir, situado a 1.500 metros del basurero a cielo abierto, insistieron en que el municipio debe cumplir el fallo del Tribunal Administrativo de Santander que, respondiendo a una acción popular, dispuso que el sitio debía clausurarse en septiembre del 2011.
Horacio Rey Mendoza, habitante del sector y presidente de la Ong Corporación Ambientalista, precisó que las casi 6.000 personas que habitan en 1.265 viviendas y propiedades cercanas no soportan los malos olores y presencia de gallinazos, moscas y zancudos que han desvalorizado sus casas.
A pesar de la oposición de los organismos de control y la CAR CDMB la Alcaldía acudió de nuevo a la emergencia sanitaria para habilitar el sitio de disposición al que a diario llegan 900 toneladas de basura de Bucaramanga y 13 municipios más.
El exalcalde, Luis Francisco Bohórquez, justificó en septiembre del 2015 la nueva declaratoria porque aún no hay un sitio que sustituya al Carrasco y agregó que aunque en los dos últimos años se analizaron 18 posibles opciones no se concretó ninguna pues algunos terrenos no cuentan aún con estudios de prefactibilidad.
BUCARAMANGA