Mientras que hoy una Empresa Promotora de Salud (EPS) se puede tardar hasta tres meses para agendarle a un paciente una cita con un endocrinólogo pediatra en Bogotá, Diego Fernando Rueda Peñalosa lleva un año esperando a que el Ministerio de Educación le convalide su título, en esa misma especialidad en Colombia.
Su carrera no fue fácil. Estudió medicina y se graduó en la escuela Juan N. Corpas y luego se embarcó en una experiencia que muchos jóvenes realizan hoy para poder especializarse: irse a otro país.
El destino fue Argentina. “Hice mi posgrado en Buenos Aires. Allá pude terminar Pediatría en la Universidad Maimónides, y luego endocrinología pediátrica. Esta última especialidad, en Colombia, solo está en la Universidad de Antioquia. Yo prefería una institución con más experiencia en este campo. La de Argentina tenía 40 años en el servicio”.
Cumplió con todos los requisitos, incluso una pasantía en pediatría que llevó a cabo en el hospital Pedro de Elizalde, la unidad académica de la Universidad de Buenos Aires dentro del hospital. “Como me fue tan bien, pude ingresar al servicio de endocrinología, luego de pasar por un examen y una entrevista, pero no podía trabajar”.
Diego habla sin pena de lo que hizo para sacar adelante su carrera. “A mí me tocaba cocinar y luego vender arepas para subsistir. Me iba cerca del consulado de Colombia y hasta logré tener mis clientes. Luego mis productos fueron hasta famosos. De día hacía mis prácticas y en la noche me ponía a cocinar”.
Pediatría fue pesado porque le tocaba cumplir con muchos turnos y mientras estudiaba Endocrinología los estudios eran intensos. “Lo logré, hice una monografía sobre disruptores endocrinos y así pude graduarme. En total, duré ocho años viviendo en el exterior y cuando llegué a Colombia me bajé con las manos en el bolsillo y no más”.
Un hermano de Diego que trabajaba en un hospital y una tía fueron los primeros en tenderle la mano. Eso fue en febrero del 2015. Sus diplomas solo llegaron a mitad de año. “En Argentina deben pasar por muchos filtros: policía, peritos, grafólogos y luego sí los envían”, contó.
Con toda la emoción, el médico reunió todos los papeles y los entregó al Ministerio de Educación para convalidar su título como endocrinólogo pediatra. “La página decía que en cuatro meses habría una respuesta para mí. Yo ingresé todo el 21 de julio del 2015: mi título, mi apostilla, mi programa de estudios, mi pénsum académico, mi monografía y la carta”.
Pero en noviembre de ese mismo año, a través de una carta, le dijeron que en Colombia ese programa de estudios requería de 6.240 horas. “A mí me habían certificado 3.070 horas. Recuerdo que cuando pedí esos papeles mi esposa estaba embarazada, con una preclamsia y no me fijé bien en el dato; sin embargo, eso no era problema, el hospital sabía que yo podía certificar esas horas sin problema, las había cursado. Así me certificaron 7.000 horas”.
Aunque Diego cumplió con el requisito, le parece exagerado. “Me dicen que la Universidad de Antioquia hace 6.240 horas. Yo le puedo decir que una especialidad no quirúrgica son más o menos ocho horas por día; por cinco, 40; por cuatro, que tiene un mes, 160; por 24, que tienen dos años, 3.840 horas. ¿De dónde sacan las horas que están pidiendo en Colombia?”.
El 29 de marzo recibió otra carta. Le decían que no era posible la convalidación porque su carta no venía firmada de la Universidad de Buenos Aires. “Iba firmada por el Hospital, que es la unidad académica de esa universidad. En Buenos Aires están acreditados tanto la institución como el programa, pero el Ministerio nunca investigó eso, ni del médico que firmaba la certificación”.
A todos estos requerimientos se le sumó otro. “Me dijeron que el programa de estudios era del año 1994. Qué puedo hacer yo si esa universidad dice que ese programa está vigente y la universidad así lo considera. Obvio, yo pago para actualizarme todos los años. Todas esas barreras son frustrantes. Por eso me decidí a poner una queja en la Procuraduría, porque además mi caso lo estaba llevando un neurólogo y no un par de mi especialidad”.
Mientras este trámite llega a buen fin, en la EPS donde trabaja Diego tiene que ver cómo los niños con enfermedades como diabetes, problemas de tiroides, entre otros, esperan meses para recibir la atención de un especialista en endocrinología. “A mí me quieren contratar, pero obvio, sin título no es posible. No importa que la universidad donde estudié esté bien ranqueada en el mundo de la medicina”. Hasta abogado le tocó contratar porque siente que todos sus derechos han sido vulnerados. “Están atentando contra el principio de buena fe, demostrando negligencia y mora para expedir los artículos administrativos, atentando contra los principios de oportunidad, eficacia de manera lesiva, a quienes retornamos al país y somos recibidos con menoscabo de la integridad moral”.
Al mes, 770 solicitudes
Según el Ministerio de Educación, el número de solicitudes que se reciben al mes en Bogotá asciende a 770. Durante el año 2015 se recibieron en total 8.811 solicitudes de convalidación y en lo que va corrido del año, las solicitudes ascendieron a 2.246. Hoy, el procedimiento se puede hacer a través de internet y los pagos en línea y, según las disposiciones contenidas en el artículo 62 de la Ley 1753 de 2015, el proceso de convalidación de títulos de educación superior otorgados en el exterior tiene diferentes tiempos de duración, de entre dos y cuatro meses, este último se aplica para carreras relacionados con la salud.
La duración del proceso de convalidación puede verse modificado cuando se requiera complementación de información, pronunciamiento expreso respecto de los conceptos académicos emitidos por la Comisión Nacional Intersectorial para el Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Conaces) o solicitud de prórroga, conforme a las disposiciones contenidas en el artículo 17 de la Ley 1755 de 2015.
Ministerio responde por 13 demandas
De acuerdo con la información de la Oficina Asesora Jurídica del Ministerio de Educación (MEN), actualmente cursan 13 demandas ante la jurisdicción de lo contencioso administrativo, por trámites relacionados con convalidación de títulos de educación superior. Respecto del caso de Rueda, aún no se tiene ninguna razón. No obstante, en otros casos, es el MEN el que ha tenido que investigar la veracidad de los papeles que recibe para este trámite.
El último fue anunciado por la viceministra de Educación Superior, Natalia Ariza. Dijo que suspendería las convalidaciones en trámite de títulos de posgrado de cirugía plástica otorgados en cuatro universidades de Perú, Argentina y Brasil, tras recibir denuncias de presuntas irregularidades en documentación presentada por algunos médicos de cuatro universidades: la Nacional Mayor de San Marcos de Perú, la de Buenos Aires, la Universidad Veiga de Almeida de Brasil y la Universidad Nacional de la Plata de Argentina.
“Tras denuncias sobre posibles casos de falsificación, hemos decidido suspender por un mes el trámite”, dijo Ariza. El objetivo de estas visitas era comprobar la autenticidad de los documentos aportados por 44 médicos entre los años 2010 y 2014.
CAROL MALAVER
REDACTORA DE EL TIEMPO
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