Jugar un Torneo de Maestros para cualquier squashista es el sueño de niño. Estar dentro de los mejores ocho de la clasificación mundial de la PSA (Professional Squash Association, por sus siglas en inglés) no es nada fácil; algunos llegan y se caen rápido. Por eso, para Miguel Ángel Rodríguez tener la distinción de ser el quinto mejor del mundo y ser parte del World Series Final, que se disputará desde este martes en Dubái, será el gran reto en este final de temporada.
El jugador colombiano quedó sembrado en el grupo A de la competición, en el que enfrentará hoy, a las 12:45 p. m., al inglés Nick Matthew en el primer partido del torneo.
“Es un sueño cumplido poder jugar este torneo. Será la primera vez que un latinoamericano lo dispute. La verdad, estoy muy feliz por poder jugar en esa cancha de cristal rosada, que solo hay una en el mundo y es esta de Dubái”, dijo Rodríguez en entrevista con EL TIEMPO.
Rodríguez reconoció que estar en este torneo, el último de la temporada de squash, es un motivo de orgullo y que los rivales serán todos muy difíciles. Sin embargo, sabe que todos se conocen por estar jugando constantemente y el nivel está bastante parejo y se puede aspirar, mínimo, a llegar a la semifinal.
“Estar en Dubái será algo mágico. Voy muy motivado para ganar el primer partido. Además, contra el mejor del mundo (Mohamed El Shorbagy) intentaré cambiar la estrategia de la que hice en el torneo de Egipto (en donde rivalizaron recientemente). Finalmente, frente a Castagnet (Mathieu), quien es un jugador fuerte y consistente, ya le he ganado, pero será un partido duro. Todos nos encontramos en los mismos torneos y el nivel va a estar muy parejo”, comentó.
Precisamente, Miguel Ángel tuvo palabras aparte sobre El Shorbagy. Afirmó que su nivel es muy alto y que es un jugador muy completo, pero está mentalizado en cómo enfrentarlo para poder ganarle por primera vez en esta temporada.
“Siempre hay mucha rivalidad en la cancha. Por fuera podemos ser amigos, pero rivales en campo. Él es un jugador bastante aguerrido, mañoso, le gusta tomar su espacio para pegarle a la bola. Es uno de los rivales más difíciles para enfrentar, no solo porque empieza a hablar, sino también se mete con el árbitro. Maneja ese tipo de situaciones cuando tiene el resultado en contra”, añadió.
El bogotano de 30 años de edad conoce muy bien sus capacidades y sabe que ha venido mejorando con el paso de los años. Además, puntualizó en que todos los rivales conocen sus capacidades (ha vencido a seis de los que están en el torneo) y que tendrán que correr si quieren derrotarlo.
“Yo tengo la experiencia de estar con los mejores del mundo. Cuando ellos juegan conmigo saben que van a tener un partido bastante difícil, porque al ser fuerte físicamente no esperan que se acaben en 30 o 40 minutos los encuentros. Yo me caracterizo por ser uno de los jugadores más ágiles y fuertes físicamente del Tour, y deben tener cuidado conmigo, porque ya he estado haciendo semifinales”, concluyó.
El torneo está dividido en dos grupos de cuatro jugadores. Los dos primeros avanzarán a semifinales. El objetivo de Rodríguez será alcanzar esa instancia y ver qué pasa desde ahí.
FELIPE VILLAMIZAR M.
Redactor de EL TIEMPO
@FelipeVilla4