El cementerio Universal de Medellín, donde llegan todos los restos sin identificar de la ciudad, está tan olvidado como sus muertos.
Al deterioro se le suma que la mayoría de tumbas no se reconocen, no tienen un código, una fecha, ni siquiera una cruz. Precisamente, allí hay 2.000 restos extraviados, de 3.000 NN que se enterraron en las últimas seis décadas.
Por ello, en ese lugar se iniciará ‘el plan cementerio’, acordado entre el Gobierno y las Farc en la mesa de negociación de La Habana (Cuba), para identificar a los desaparecidos del conflicto armado, trazado para cuatro años y que se hará en 34 municipios de Antioquia. Así lo anunció el fiscal general (e), Jorge Perdomo.
Sin embargo, la búsqueda, así como la identificación de los cadáveres será muy compleja. Los investigadores de la Fiscalía se enfrentarán a un trabajo arduo que podría tardar décadas.
La razón radica en que en el cementerio de Medellín se profanaron tumbas en la época del narcotráfico, además, delincuentes lo usaron para enterrar cuerpos de forma clandestina.
A eso se le suma que vándalos arrancaron las placas y cruces enterradas, que indican en qué punto exactamente hay un cadáver.
Así lo revelan los libros del cementerio Universal, que también muestran que en una fosa enterraron hasta cinco cuerpos. Y como si fuera poco, mezclaron víctimas del conflicto armado y de desastres naturales como el deslizamiento de Villatina (1987), que dejó más de 500 muertos.
Los documentos, además, revelan que irresponsablemente incineraron algunos NN y otros fueron trasladados de bóveda y de fosa una y otra vez. Tantas veces, que se perdieron las fichas que indican lugar, fecha y todos los datos del levantamiento del cadáver, claves a la hora de identificar a un NN. La Fiscalía cruza esos datos con las denuncias de familiares de desaparecidos.
Todos esos errores los identificó el Ministerio del Interior, entidad que realizó un diagnóstico en 355 cementerios de 31 departamentos del país. En el Universal, la dependencia tiene un registro de 3.017 restos sin nombre.
Jenny Martínez, coordinadora del diagnóstico, explicó que aunque se calcula que allí hay ese número de restos, en la investigación se encontró con que no hay archivos claros de exhumaciones ni inhumaciones.
Tampoco hay una ubicación precisa. “Los sepultureros trabajan con la memoria, porque la información se ha perdido con el tiempo”, contó.
La funcionaria agregó que es muy probable que algunos cuerpos hayan sido cremados, pero que eso lo confirmará la Fiscalía cuando haga la intervención. Al Ministerio también le preocupa que en el Universal hubo muchas inundaciones, lo que pudo afectar los restos.
“Es un cementerio dentro de un cementerio”, dijo la coordinadora del Ministerio del Interior. En el año 1995, cuando se cerró el cementerio San Lorenzo por salubridad, unos 40.000 restos fueron trasladados al Universal.
La mayoría familiares de personas pobres que nunca los reclamaron, y aunque, estaban identificados se perdió la información. Esos cuerpos están en unas estructuras de colores, que se llaman San Lorenzo.
En el Universal, que tiene 90 años, se trazaron 32 zonas que suman 55.000 metros cuadrados, donde la Fiscalía buscará, a la vez que recuperará información que permita identificar los restos.
Mejorar la infraestructura de allí es clave, dijo Martínez, porque se deben adecuar osarios y bóvedas para que cuando ubiquen los restos, se pongan en lugares seguros mientras se adelanta el proceso de identificación.
La Alcaldía de Medellín destinó 1.600 millones de pesos para recuperar el cementerio, que tiene un abandono de dos décadas. De esos, 100 millones serán invertidos en la construcción de un mausoleo, destinado para los sin nombre.
DEICY JOHANA PAREJA M.
Redactora de EL TIEMPO
Medellín
En Twitter: @johapareja