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Creo de que habían muchos

El mal uso de nuestro idioma persiste y se multiplica y no se ve cómo detenerlo.

En las diferentes universidades donde enseñan la –para mí– mal llamada comunicación social algo están haciendo mal en lo que respecta a la enseñanza del español. Cada día leo u oigo más y más periodistas que no saben utilizar el verbo haber y otros más. Patean el español como si no hubieran pasado la primaria. Ya en algunas ocasiones me he referido a cuestiones del idioma desde estas líneas. Y no me cansaré de hacerlo. En cuanto al verbo haber, vamos a ver. Para empezar, una de sus funciones es la de ejercer como verbo auxiliar para formar, seguido del participio de un verbo, los denominados tiempos compuestos de este: han jugado, habían ido... en cuyo caso el plural del verbo es legítimo. No lo es, sin embargo, en el caso en que el verbo es impersonal y no va en calidad de auxiliar. Por lo tanto, no es correcto decir habían muchas personas en lugar de había muchas personas. Parece ser que corregir este error es una batalla perdida, como parece serlo también la lucha contra el dequeísmo. Ministros, senadores, periodistas, juristas y otros más no se ruborizan al decir, por ejemplo, yo creo de que.
Se trata de dos errores que se pueden despachar en dos lecciones en el colegio o en la universidad. Pero no, la enfermedad persiste y se multiplica y no se ve cómo detenerla. Hay otros asuntos gramaticales que parece ser no son impartidos suficientemente en las aulas. Me refiero, por ejemplo, al uso del gerundio. Cito a Isabel Garzo: “Es mejor utilizar pocos. En primer lugar, porque tienen una sonoridad fea y abusar de ellos recarga el texto. En segundo lugar, porque muchas veces se utilizan mal, y en esos casos son, además de feos, incorrectos. Es el caso del llamado “gerundio de posterioridad”, que indica una acción posterior al verbo principal: Trabajó toda la mañana en la oficina, yéndose después a casa”. Un caso más claro de su uso inapropiado es la frase "entró cerrando la puerta". Evidentemente la acción es imposible. Lo correcto, cuando haya dudas, es cambiar el gerundio y decir entró y cerró la puerta.
* * * *
He tenido la oportunidad de hablar con Salud Hernández-Mora un par de veces. Si bien no comparto su posición ideológica, la admiro por aguerrida, coherente y camelladora e indudablemente se trata de una de las periodistas que mejor conocen el país. Mis respetos y que todo salga bien.
Mauricio Pombo
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