Colombia no está en nada en aprovechamiento de la basura y esta llega a los rellenos sanitarios casi toda, en especial los plásticos.
Esta es una de las conclusiones principales del XVI Congreso Internacional de Disposición Final de Residuos Sólidos y Perspectivas Ambientales, que se realizó la semana pasada en Pereira, con el objetivo de analizar la problemática mundial de la gestión integral de residuos sólidos.
En el congreso se conocieron experiencias de Alemania, Estados Unidos, España, Francia y otros países, además de Colombia.
El director encargado de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (Carder), Julio César Gómez, afirmó que “la normatividad (colombiana) está diseñada para estimular enterrar basura”.
Gómez centró su análisis en Pereira que, aunque cuenta con un relleno sanitario que es modelo para el país, La Glorita, de la empresa Atesa de Occidente, no es hacia donde se debe mirar en este tema.
“Si hiciéramos solo reciclaje del 21 por ciento del plástico, a un relleno (La Glorita) que tiene vida útil hasta el 2025, podríamos ampliarle la vida en 50 años”.
Y es que según Gómez, el 100 por ciento de la basura se puede reutilizar y el mundo está asistiendo al final de los rellenos sanitarios “porque, si no, el mundo se va a volver un enorme basurero”.
El relleno sanitario La Glorita recibe, en promedio, 750 toneladas diarias de residuos de 26 municipios de Risaralda, norte del Valle del Cauca, Viterbo (Caldas) y, en ocasiones, de municipios del Quindío.
Con respecto a la normatividad actual, relacionada con la disposición final de residuos, Catalina Hernández Londoño, directora de disposición final de Atesa de Occidente, explicó que “por ley, en los rellenos sanitarios no se puede hacer separación de la basura; se debe hacer en la fuente”.
Aseveró que no es cierto que a las empresas propietarias de rellenos solo les interesa recibir los residuos, porque entre más basura depositen tienen más rentabilidad. “Entre más residuos se reciban se pierde vida útil para los rellenos”, dijo y enfatizó en que, si recibieran menos residuos como el plástico, se disminuirían los costos de adecuación de nuevos vasos (los huecos que se hacen para depositar los residuos).
La Glorita ya tiene seis vasos (operan el sexto), están a punto de inaugurar el vaso 7 y están proyectados los vasos 8 y 9, hasta el 2025.
Hernández señaló que, si se hiciera aprovechamiento de la basura, la vida útil de un relleno podría extenderse y no habría necesidad de hacer más excavaciones y deforestación para adecuar los vasos, el impacto ambiental sería menor.
La Glorita tiene una planta de tratamiento de lixiviados (líquidos que resultan de los depósitos controlados de residuos), mediante la cual se aprovecha el 99 por ciento de estos, que se están utilizando para lavar puentes y parques en Pereira.
Europa y Estados Unidos tienen modelos de aprovechamiento de las basuras que demuestran que Colombia está a años luz de ellos.
Josep Maria Tost i Borras, director de la Agencia de Residuos de Cataluña, contó que en esta región europea, reciclar es una ley desde hace 23 años y hoy, después de que solo se aprovecha el 12,5 por ciento de la basura, ahora se recicla el 40 por ciento.
EL TIEMPO