Es el torneo de los ‘slices’, los tiros cortos, del estilo. Los jugadores con mejor técnica se hacen dueños de la cancha y despliegan un bello juego.
La arcilla permite resbalar como si el piso fuera jabón, y la bola es más lenta. No se gana en un solo tiro: hay que correr un poco más, y cuando se piensa que el punto está ganado, hacen faltan dos o tres golpes para vencer.
Así es Roland Garros, el que puede ser considerado el más grande de los ‘grand slam’ de tenis y que comenzó este domingo. En dos semanas, el ganador se inmortalizará. Este año Novak Djokovic busca su primer trofeo; Rafael Nadal espera hacer historia y conseguir su décima corona. El otro favorito a llevarse el título es Andy Murray, quien en los últimos Masters 1000 de Madrid y Roma superó a Nadal y a Djokovic. Faltará Federer, ausente por lesión.
Aquí, las razones de por qué es el mejor 'grand slam':
1. La dificultad de jugar en tierra batida
Los juegos largos y continuos hacen que esta superficie sea una de las más complicadas para jugar tenis. Sumado a eso, al disputarse al mejor de cinco sets, los partidos se convierten en auténticas batallas para lograr ganar. El juego más largo en Roland Garros fue de 6 horas y 33 minutos, entre los franceses Fabrice Santoro y Arnaud Clement en el 2004; ninguno de los dos ganó el torneo, pero los aficionados presenciaron un duelo digno de una final.
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2. El torneo más codiciado de todos
El trofeo de Roland Garros, puede ser esquivo o familiar para los tenistas. Tanto en varones como en damas, se han presenciado hegemonías difíciles de romper. En hombres, Nadal, Borg, Lendl, entre otros, han sido múltiples ganadores. Pero, por ejemplo, Roger Federer que es considerado por algunos el mejor tenista de la historia, solo logró ganarlo una vez. En damas, Chris Evert, Suzanne Lenglen y Steffi Graf han marcado épocas memorables.
3. La revolución de ‘Guga’
Roland Garros fue el torneo que vio como cambió la forma de jugar tenis para siempre. Gustavo Kuerten llegó a París en 1997 como número 66 del mundo, pero se fue como un rey al ganar esa edición del torneo parisino. Pero el brasileño no solo obtuvo el título, también dio a conocer al mundo su raqueta con cordado de poliéster el cual le permitía que la bola viajara más rápido. Los demás tenistas se quejaron, pensaban que estaba prohibido, pero lejos de cualquier sanción, Kuerten dio el primer paso para una revolución que 19 años después todavía se mantiene. Y fue Roland Garros el espectador principal, y el que más disfrutó, ya que ‘Guga’ ganó tres veces en París.
4. Clima impredecible
Virtud o defecto, el escenario donde se juega Roland Garros es el mismo desde 1925 y la infraestructura aún es precaria. La cancha principal no tiene iluminación ni techo, lo cual genera muchos problemas por el clima cambiante de París en la época cuando se juega este torneo. Pero esto hace que el certamen tenga una mística especial, la presión en los jugadores por acabar el partido antes de que se vaya la luz del sol o que llegue la lluvia es única.
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5. Nadal, la leyenda
Sin duda, la última época de Roland Garros ha estado marcada por una hegemonía que la historia dirá si es imposible de batir o no. El torneo francés se da el lujo de tener la mejor marca alguna vez vista en los grand slam. Rafael Nadal ha logrado el título en nueve ocasiones en los últimos 11 años. El español es amo y señor en París, ciudad que no oculta cada año su devoción al máximo ganador de su torneo favorito de tenis.
En la historia de los grand slam solo hay una marca parecida que podría superar la de Nadal. Roger Federer, en Wimbledon, ha triunfado en siete ocasiones y aunque aún sigue activo, por sus condiciones físicas será difícil que alcance la marca de Nadal en Francia.
CAMILO MANRIQUE V.
Redactor de EL TIEMPO
@camilomanriquev