Como parte de la lucha por brindarles a los niños y jóvenes colombianos una educación de calidad, se han sumado un gran número de docentes comprometidos con su profesión y con sus alumnos a trabajar desde su aula de clase, para generar cambios.
Ximena Astudillo y Claudia Mosquera son profesoras beneficiadas con las becas de maestría que otorga el Ministerio de Educación y esta experiencia les ha permitido implementar nuevas estrategias pedagógicas en su institución y ver el cambio en sus estudiantes.
“Hace año y medio somos docentes totalmente diferentes y ahora le estamos apostando a mejorar la oralidad y la escritura de los niños en las áreas de lenguaje y matemáticas”, contó Astudillo.
Ambas están terminando el tercer semestre de la maestría y hacen parte de la primera promoción de docentes con becas de maestría.
En la institución Manuel María Mallarino, donde trabajan, han recibido el apoyo de sus compañeros y de la rectora, quienes las han respaldado en la implementación de su propuesta pedagógica para fortalecer el aprendizaje de los estudiantes.
Alexander Nieto y María Helena Garzón, por su parte, entendieron que detrás de cada estudiante hay una historia y miles de cosas por conocer, y que una vez el docente se detiene a explorarlas, entenderá la razón de ser del rendimiento y el comportamiento de sus alumnos.
“Antes nos enfocábamos en ver los resultados de los alumnos y ya, ahora generamos el espacio para que se conozcan, sepan quiénes son sus estudiantes, qué problemas y sueños tienen, y asimismo quiénes son sus maestros, los obstáculos que han superado y vean en ellos una inspiración para salir adelante”, afirmó Nieto.
El trabajo de estos docentes, sumado a la disposición de sus colegas, ha permitido que el trabajo por mejorar la educación no sea solo de unos pocos.
EL TIEMPO