Desde hace 10 años, cuando un médico de Cali descubrió que el pequeño Fabián David Ñungo Marín padecía el síndrome de Prader-Willi, una extraña enfermedad congénita, las vidas de Ana Francisca y Luis Carlos dieron un giro inesperado.
Con tan solo 12 años, Fabián pesa 130 kilos, lo que se ha convertido en un riesgo para su salud. La ansiedad, que lo obliga a comer hasta alimentos crudos, ha llevado a su mamá a diseñarle una rigurosa dieta.
La humilde familia pasa el drama en el corregimiento Presidente, en el municipio de San Pedro, en el centro del Valle del Cauca.
“Desde pequeño se le trató con una hormona de crecimiento, terapias de fonoaudiología y natación; él ha crecido de manera normal, pero dicen que tiene el metabolismo de un niño de 6 años. Si uno se descuida, él se come cosas de la cocina, hasta pide en la calle; es algo que no controla”, cuenta Ana, la madre del menor.
Fabián cursa tercero de primaria en la institución Sueños y Fantasías, en Buga, donde los maestros destacan que avanza de manera normal, a pesar de su afectación.
“La Fundación Gorditos de Corazón está al tanto de su caso, esperemos que lo puedan operar; he escuchado que ya lo han hechos antes y han podido curar a niños como mi hijo”, ruega Ana.
El síndrome de Prader-Willi es causado por la carencia de un gen en el cromosoma 15, esta falta puede generar aumento rápido de peso, baja estatura, desarrollo mental lento y afectaciones que no permiten que se suministren algunos medicamentos.
Los padres de Fabián sostienen que, en muchas ocasiones, los médicos preguntan en qué consiste la enfermedad que padece el niño, ya que cada vez que ingresan por algún problema de salud deben advertir a los galenos: “padece el síndrome de Prader-Willi, por favor, cuidado con lo que le dan”.
CALI