De un lado al otro, a esta hora, Shakira se desplaza a bordo de una bicicleta en inmediaciones del parque Rosado, en el norte de Barranquilla, donde este viernes continúa el rodaje del video 'La bicicleta', que acompañará la nueva canción de Carlos Vives.
Pasadas las 10 de la mañana, la cantante apareció en un Jeep amarillo y saludó a los seguidores que la esperaban en el escenario recreativo ubicado al frente del edificio en el que residen sus padres en la capital del Atlántico. La idea es que la diva del pop se encuentre más tarde con el cantautor samario en la Intendencia Fluvial, en el centro de la ciudad, entre otros escenarios.
En medio de cada toma, la cantante aprovechó para degustar rodajas de mango biche. Una fanática alcanzó a preguntarle por qué lo hacía y Shakira respondió con acento español que porque estaba en su tierra y en el país ibérico no encontraba esa fruta.
Debido a que en esta jornada de grabación hubo menos seguridad que las anteriores, otra seguidora de la artista logró acercársele y obtener una foto y un autógrafo.
Por otro lado, el equipo de la barranquillera anunció que este sábado la intérprete de las 'Caderas no mienten' ofrecerá una rueda de prensa en el Hotel Dann Carlton de la capital del Atlántico.
Ayer, el rodaje se realizó en el balneario de Puerto Velero, en el municipio de Tubará (Atlántico). Allí se dio un trancón ficticio que la producción del video recreó con más de 40 vehículos alquilados.
La primera jornada de los artistas juntos en el set, dispuesto en la población a 20 minutos de Barranquilla por la vía al mar, estaba programada para rodarse desde las 5 de la madrugada hasta el mediodía, pero se prolongó hasta pasadas las 5 de la tarde, en medio de un sol canicular que nunca cesó.
Sobre el mediodía, escoltada por seis camionetas grises, apareció Shakira para encontrarse con Vives, quien había arribado tres horas antes. El samario estaba esperando a la diva barranquillera para una de las escenas principales del video: un trancón que logra el desespero de Vives y lo obliga a bajarse de una vieja camioneta negra para echar a andar su bicicleta, un recorrido que lo lleva a encontrarse con Shakira.
Sin embargo, el rodaje no pudo avanzar por problemas técnicos, y cuando fueron superados la luz resultó siendo la menos idónea para tener buenas imágenes.
Entonces, el director español Jaume de Laiguana optó por grabar un 'performance' del acordeonero Egidio Cuadrado con el mar de Puerto Velero a sus espaldas. Siendo casi la 1:30 de la tarde, el equipo se desplazó a una locación cercana donde ambos artistas compartieron subidos en sus bicicletas.
A las 4 de la tarde, otra vez fuertemente escoltada, Shakira regresó a la camioneta negra de Vives. Con traje de baño y vestido a medio hombro azul la cantautora consolidó, por fin, la mayoría de escenas programadas.
A varios metros de distancia, con restricciones, periodistas de todos los medios de comunicación intentaban obtener una buena toma.
Este viernes, la producción debe continuar en otros destinos de la capital del Atlántico como la Intendencia Fluvial y la vía parque Isla Salamanca.
Por otro lado, el pasado miércoles, Carlos Vives aprovechó para rodar su video en varias partes de su natal Santa Marta. El samario estuvo en la bahía, el centro histórico y la cancha de fútbol La Castellana, del barrio Pescaíto, muy cerca del lugar donde se crió Carlos Valderrama.
El video acompañará la canción que saldrá el próximo 20 de junio y que hace parte de su más reciente trabajo musical.
Shakira avisó su arribo a La Arenosa desde este jueves en la tarde: “Camino a mi tierra. Shak”, fue el mensaje que escribió en todas sus redes sociales antes de subirse al avión privado que la llevaría del aeropuerto internacional de Miami, en Estados Unidos, al Ernesto Cortissoz, en su natal Barranquilla.
Tras cumplir con los requisitos de inmigración y tomarse algunas fotos con personal de la terminal aérea, a las 8:30 de la noche, la cantautora fue sacada del aeropuerto de Barranquilla en medio de un total hermetismo, sin acceso a la prensa local y nacional que, junto a sus fanáticos, se volcaron para recibirla.
Shakira arribó al país acompañada de su padre, William Mebarak, y de su hermano Tonino.
En tres camionetas blindadas color negro, la diva del pop fue escoltada hasta el lugar en que pasaría la noche.
En su ciudad natal hasta los buses de Transmetro la querían recibir. “Bienvenida a tu tierra”, decían algunos de ellos en las pantallas que tienen en su parte frontal.
Lo cierto es que los seguidores, que desde temprano se agolparon en el Cortissoz, se quedaron con las ganas de verla de cerca y obtener un saludo o un autógrafo.
BARRANQUILLA