Los desmovilizados de grupos paramilitares no podrán volver a mentir. Esto gracias a una resolución que expidió recientemente el Centro de Memoria Histórica, que reglamenta todo el procedimiento no judicial para que los exintegrantes de las autodefensas contribuyan al esclarecimiento de la verdad.
Sobre este tema conversó con EL TIEMPO Álvaro Villarraga, cabeza de la Dirección de Acuerdos de la Verdad (DAV) del Centro de Memoria, para quien se están recogiendo también “otras contribuciones, estando en primer lugar las víctimas”.
¿Qué es lo nuevo de esta resolución?
La Ley 1424 de 2010, que reglamenta la justicia transicional con los paramilitares, no entrega pautas precisas sobre el procedimiento para los acuerdos de la verdad con esta población.
Con la resolución 062 de 2016 damos un primer paso para, a futuro, tener un decreto que reglamente esta materia. El mecanismo aporta unos referentes precisos para los aportes en lo relativo a la conformación, estructuración y consecuencias de las acciones paramilitares.
¿Qué pasa con quienes no aporten a la verdad?
No tendrían derecho al beneficio de libertad que contempla la Ley 1424 de 2010.
¿Qué tiene de diferente este mecanismo al que se contempla en la Ley de Justicia y Paz?
No hay un vínculo directo entre lo uno y lo otro. Lo que hay son dos puertas de entrada. De la población paramilitar desmovilizada, cerca de 4.000 que están vinculados a delitos graves se encuentran cobijados por Justicia y Paz, pero el grueso de esa población –unas 24.000 personas– entra bajo la jurisdicción de la Ley 1424.
¿El mecanismo aplica solo para paramilitares?
Es un mecanismo que se contempla de la Ley 1424, que aplica solo para los grupos paramilitares.
¿Cómo se va a desarrollar este mecanismo?
Hay una fase de sensibilización en la que se explica al desmovilizado en qué consiste el ejercicio, luego se desarrolla una encuesta estructurada y se pasa después a una entrevista que se enfoca en el relato del desmovilizado.
Los relatos son transcritos y viene una fase de valoración interna en la cual se llega a un resultado de contribución positiva o negativa. A partir de allí se levanta un acta en la que se certifica el resultado.
¿Ese ejercicio tiene alguna relación con las investigaciones que adelanta la Fiscalía?
No hay ninguna relación. Este es un ejercicio confidencial y exclusivamente de memoria.
¿Qué papel desempeñan las víctimas?
En toda esta dinámica vamos recogiendo otras contribuciones, estando en primer lugar las víctimas, sobrevivientes, testigos y otros actores que hayan vivido de cerca esta experiencia. La verdad es la base para la paz.
¿Cómo hacer para que no se repita lo que ocurrió en Justicia y Paz, cuando los victimarios hacían sus relatos y las víctimas no podían confrontar esa verdad?
Mientras que con los desmovilizados hay una metodología muy precisa, con las víctimas es muy flexible, son contribuciones voluntarias. Los testimonios de las víctimas las tomamos a veces con un muy bajo perfil para proteger a quienes decidan aportar su testimonio.
La mejor reparación a las víctimas es la verdad...
El gran desafío que tenemos es conseguir la verdad desde las voces de quienes obraron como victimarios. Desde luego que también tendremos en cuenta otras veces y una orientación al sentido humanitario de poner de presente los daños que causaron las violaciones y la dignificación de las víctimas.
¿Qué opinión le merece la comisión de la verdad que se acordó con las Farc?
La comisión de la verdad acordada en La Habana no es un organismo estatal, es un comisión independiente y autónoma, más allá de que sus términos dejan en claro que habrá apoyo gubernamental, no se perderá la independencia para entregar a tres años un informe de lo sucedido en el conflicto en el país.
¿La sociedad colombiana está preparada para la verdad y la reintegración?
Hay tres argumentos de mucho peso: primero que se haya reconocido la verdad como un derecho fundamental, segundo que el esclarecimiento es un derecho puro, una catarsis social y como tal advierte una responsabilidad metodológica, y tercero estos ejercicios resultan pertinentes porque son parte sustancial de la construcción de la paz y de la reconciliación.
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