A través de una breve carta, pero de potente contenido, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, exigió al presidente Nicolás Maduro que permita la organización del referéndum revocatorio establecido en la Constitución venezolana, so pena de convertirse en un “dictadorzuelo más, como los tantos que ha tenido el continente”.
La misiva, publicada en la página oficial del organismo multilateral y en un lenguaje inusual dentro del protocolo diplomático, tutea al mandatario –al que llama traidor– y le exhorta a devolver las riquezas al pueblo, los presos políticos a sus familias y el poder a la electa Asamblea Nacional.
“No soy traidor. No soy traidor ni de ideas, ni de principios, y esto implica que no lo soy de mi gente (…). Pero tú sí lo eres, Presidente, traicionas a tu pueblo y a tu supuesta ideología con tus diatribas sin contenido, eres traidor de la ética de la política con tus mentiras y traicionas el principio más sagrado de la política, que es someterte al escrutinio de tu pueblo”. (Lea también: Maduro amenaza con estado de 'conmoción interior' en Venezuela)
“La basura y traidor del secretario Luis Almagro de la OEA y el jefe del Comando Sur (de las fuerzas armadas de EE. UU.) estuvieron tres horas reunidos. Sé lo que hablaron. Tienen una obsesión con Venezuela”, reaccionó Maduro. Y minutos después, la canciller Delcy Rodríguez respondió con varios trinos manifestando el rechazo del Gobierno venezolano: “Señor Almagro, cada vez que declara destila su odio contra Venezuela y sus autoridades legítimas. Usted forma parte de la escoria imperial”.
Por su parte, el diputado Diosdado Cabello consideró que tras sus afirmaciones Almagro queda “incapacitado” para atender los asuntos de Venezuela y dijo que era “el más arrastrado de los arrastrados”.
Maduro defendió nuevamente el decreto de estado de excepción y emergencia económica asegurando que busca proteger a su pueblo de la “guerra económica” y el “saboteo” de la Asamblea Nacional. (Lea también: Maduro amenaza con estado de 'conmoción interior' en Venezuela)
Ello no le restó impacto a la carta de Almagro, que se difundió por redes sociales y a la prensa justo cuando ocurría en las calles de Caracas un fuerte forcejeo entre cientos de manifestantes que querían marchar hasta la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE) y decenas de efectivos de la Policía Nacional que lo impedían con lacrimógenos.
Los opositores buscaban presionar a las autoridades electorales para que cumplan los lapsos establecidos en el reglamento de referendos revocatorios y que la consulta sobre si Maduro debe seguir o no en la presidencia se realice este año.
En las ciudades de Valencia, Barquisimeto y Mérida las marchas también fueron repelidas por la policía con equipos antimotines. En Mérida se reportó que colectivos chavistas hirieron a varios estudiantes que protestaban en la Universidad de Los Andes. (También: Estamos viviendo un 'fujimorazo a la venezolana')
Además de exigir la pronta celebración del revocatorio, la gente hizo fuertes reclamos al Gobierno por la acuciante escasez de alimentos y medicinas. “Decidí dejar de buscar la medicina hoy (este miércoles) y venirme para acá, porque no quiero pasar toda mi vida en una cola”, dijo uno de los manifestantes. Otros increpaban a los guardias que impedían la marcha: “Tú tampoco consigues comida. ¿Por qué no nos dejan pasar?”.
En vista del nuevo frenazo, el opositor Henrique Capriles y el presidente de la Asamblea, Henry Ramos Allup, entregaron al rector electoral Luis Emilio Rondón –que acudió a la línea entre manifestantes y la policía– un documento con la petición de respeto al reglamento electoral.
El inusual mensaje de Almagro
“No soy agente de la CIA. Y tu mentira, aunque repetida mil veces, nunca será verdad. De todas formas conviene aclararlo, aunque esto sea denegar el absurdo. Mi conciencia está limpia, Presidente, y mi conducta mucho más. No hay ninguna amenaza que me puedas hacer que ni remotamente roce a ninguna de las dos.
No soy traidor. No soy traidor ni de ideas, ni de principios, y esto implica que no lo soy de mi gente, los que se sienten representados por los principios de libertad, honestidad, decencia, probidad pública (sí, de los que suben y bajan pobres del poder), democracia y derechos humanos. Pero tú sí lo eres, Presidente, traicionas a tu pueblo y a tu supuesta ideología con tus diatribas sin contenido, eres traidor de la ética de la política con tus mentiras y traicionas el principio más sagrado de la política, que es someterte al escrutinio de tu pueblo.
Debes devolver la riqueza de quienes han gobernado contigo a tu país, porque la misma pertenece al pueblo, debes devolver justicia a tu pueblo en toda la dimensión de la palabra (incluso encontrar a los verdaderos asesinos de los 43 y no los que tienes presos por sus ideas, aunque no sean ni las tuyas ni las mías). Debes devolver los presos políticos a sus familias.
Debes devolverle a la Asamblea Nacional su legítimo poder, porque el mismo emana del pueblo, debes devolver al pueblo la decisión sobre su futuro. Nunca podrás devolver la vida a los niños muertos en los hospitales por no tener medicinas, nunca podrás desanudar de tu pueblo tanto sufrimiento, tanta intimidación, tanta miseria, tanto desasosiego y angustia.
Que nadie cometa el desatino de dar un golpe de Estado en tu contra, pero que tú tampoco lo des. Es tu deber. Tú tienes un imperativo de decencia pública de hacer el referéndum revocatorio en este 2016, porque cuando la política esta polarizada la decisión debe volver al pueblo, eso es lo que tu Constitución dice. Negar la consulta al pueblo, negarle la posibilidad de decidir, te transforma en un dictadorzuelo más, como los tantos que ha tenido el continente.
Sé que te molesta la OEA y mi trabajo porque entre los Ceibos estorba un Quebracho. Lamento informarte que ni me inclino ni me intimido”.
‘Loco como una cabra’: Mujica
El expresidente de Uruguay y líder de la izquierda latinoamericana, José Mujica, dijo que en Venezuela “están todos locos” y que el presidente Maduro está “loco como una cabra”, en referencia a la pelea verbal que este sostiene con el secretario de la OEA. El exmandatario, que había retirado su respaldo a Almagro, dijo que él “no es ningún traidor. Es un abogado, esclavo del derecho”.
VALENTINA LARES MARTIZ
Corresponsal de EL TIEMPO