Dolor ajeno, pena, desazón y hasta un poco de rabia. Esas son las sensaciones cada vez que, casi todos los lunes en las noches, se prende el televisor para ver los partidos de América de Cali en el torneo de la Primera B del fútbol colombiano.
Y es que el equipo rojo juega muy mal, algo que parece ser una constante desde hace cinco años, cuando lamentablemente, tras una suma de errores administrativos y deportivos, descendió.
América jugó penosamente con Eduardo Lara como técnico, también lo hizo con Diego Umaña, Fernando Velasco, J.J. López, y Alberto Suárez.
Y ahora, ya bajo la orientación de Hernán Torres, igualmente hace papelones como frente a Valledupar, que jugó con 10 hombres desde el primer tiempo y, sin importar nada, goleó 3-0 a los ‘diablos’ en la capital del Cesar.
Lo visto en tierras vallenatas no les puede pasar más ni América, ni al profe Torres ni a sus dirigentes en cabeza de Tulio Gómez, ni mucho menos a sus hinchas. Y para enderezar el camino y buscar el ascenso a la A, no hay de otra que cambiar en un 99 por ciento la nómina de hoy.
En medio de todo lo malo –es importante que sea desde Tulio Gómez, que hace unas semanas tiene el control accionario del equipo vallecaucano–, hay entereza, ganas y disposición para buscar tiempos mejores. Además, del músculo financiero para realizar fichajes para el segundo semestre.
Y para empezar con esa transformación, es necesario contratar los jugadores apropiados, y en esa tarea, aparte de la labor del técnico Torres, también serán vitales los buenos oficios de dos hombres que se han sumado a la causa y que tienen bastante camerino, como Óscar Córdoba, nuevo integrante de la junta directiva, y Julián Vásquez, nuevo gerente deportivo de la institución.
Es claro que solo el DT Torres, con su trabajo, disciplina y rigurosidad, no va a hacer milagros, y por eso, para ‘antier es tarde’, hay que hacer una reingeniería profunda y juiciosa para el segundo semestre.
Hay que buscar jugadores que corran, que metan la pierna, que sean dinámicos, que estén preparados para la ‘guerra’, porque así se juega en la B. Los ‘trotoncitos’ acostumbrados a jugar en la A no sirven. ¿Para qué tocar y tocar el balón a dos por hora, si no hay quién haga un cambio de ritmo o sorprenda? ¿Cómo enfrentar jugadores rápidos y habilidosos como Carlos Urrego, autor de dos de los goles de Valledupar, con zagueros lentos y parsimoniosos como los que tienen en este semestre?
Del equipo actual se salvan el argentino Ernesto Farías y Ayron del Valle, pero si se queda pensando en América ciento por ciento y no en las ofertas nacionales e internacionales que le llegan; por ahí el arquero Carlos Bejarano y el ‘viejo’ Néider Morantes, quien aún a sus 40 años es clarito y puede dar una mano.
De resto, qué se vayan todos.
El número 8…
ÓSCAR OSTOS
Editor de Futbolred