El daño ambiental que a finales de enero se conoció sobre la Laguna de Sonso -el humedal más extenso de los 91 registrados en el Valle del Cauca- está tomando aire. Esa reserva natural en Buga sufrió daños desde diciembre pasado cuando particulares decidieron establecer dos diques y rellenar ese territorio.
Acompañados de volquetas, retroexcavadoras y buldócer, una comisión de ingenieros de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (Cvc) y del Ejército ha podido remover 2,5 kilómetros de dique. Además, siembra y limpieza.
Los daños que sufrió este humedal, en jurisdicción de Buga, en el centro del Valle, fueron producto de la construcción de un jarillón de 2.5 kilómetros de longitud y el desvío de un caño de drenaje natural.
“Lo que se buscaba en primaria instancia es la restitución a sus condiciones hidráulicas del denominado Caño Nuevo, el cual se vio afectado por la intervención de particulares, específicamente en los predios Rancho Grande y Bello Horizonte, zona amortiguadora de la laguna”, informó la Tercera Brigada.
Policía del Valle abrió una investigación para dar con los responsables de los hechos. En una pequeña casa cercana a la zona, los habitantes indicaron que los dueños del terreno estaban por fuera del país.
La alerta en la zona fue lanzada por las autoridades ambientales que descubrieron a escasos metros de la Laguna de Sonso cómo algunas personas se encontraban realizando labores de remoción de tierra en el humedal de El Conchal, donde se lograron tapar 23 hectáreas y dañaran el ecosistema donde habitaban chigüiros y buitres de ciénaga.
Hasta el momento, ocho personas han sido capturadas por los hechos registrados a principios de este año.
El Ejército anunció que realizará vigilancia de la zona en conjunto con las autoridades ambientales para evitar que situaciones similares se registren de nuevo.
CALI