“Yo apenas medio me tocaba y la piel del pezón se desprendía del seno”, así narra la periodista Lorena Beltrán las complicaciones médicas que tuvo luego de someterse a una cirugía de reducción de senos de la mano del doctor Francisco Sales Puccini, en julio de 2014.
Beltrán acudió a este especialista porque ya le había realizado un procedimiento estético. Sin embargo, una semana después de la mamoplastia de reducción -relata-, “uno de mis pezones estaba completamente negro y el tejido empezó a necrosar. Acudí al cirujano y me ordenó un tratamiento que acelera la recuperación del tejido, no sin antes advertirme que, de perder el pezón, podría hacerme un injerto con piel de la entrepierna y tatuarlo ‘para que quede simétrico con el otro pezón’”.
“Afortunadamente recuperé el tejido, pero la cicatriz jamás tomó buen aspecto. Aunque sabía previamente del tamaño de la misma, la apariencia que tomaba no era normal. Entonces el cirujano argumentó que era ‘mi tipo de cicatrización’; sin embargo, tengo otras heridas en el cuerpo y tatuajes que sanaron sin ninguna complicación”, manifiesta.
Beltrán y Sales Puccini acordaron un procedimiento de corrección que se llevó a cabo un año después, en el 2015, pero el remedio fue peor que la enfermedad, dice la periodista: “La cicatriz se agravó en algunos puntos y perdí la sensibilidad en gran parte de ambos senos. Y como si eso fuera poco, una de las heridas no cerraba y se me abrían huecos en varios puntos de la sutura. Esta vez, la solución del cirujano fue aplicarme gelatina sin sabor en la herida y decirme que ante cualquier complicación jamás acudiera a urgencias, pues ‘me dañarían el procedimiento’”.
En Colombia, el sexto país con la mayor cantidad procedimientos quirúrgicos de senos, según cifras de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, este caso se ha convertido en noticia debido, precisamente a los daños irreversibles que presenta Beltrán y al mal manejo, que según ella, le dio el doctor Sales Puccini a su caso.
Ahora, las autoridades deberán entrar a investigar los llamados “cursos exprés” (de unas cuatro semanas) que médicos colombianos están realizando en Brasil y Perú. Estos estarían siendo homologados en Colombia como especializaciones en cirugía plástica y reconstructiva. (Lea también Denuncie si ha sido víctima de un mal procedimiento estética)
“Sin importar que sea por estética o salud, se debe garantizar la seguridad del paciente que acude a una intervención sin saber en manos de quién está. Varios cirujanos cuentan con un título exprés convalidado por el Ministerio de Educación y actúan irresponsablemente porque la ley se los permite”, asegura Beltrán.
¿Quién es Francisco Sales Puccini?
El doctor Sales Puccini es médico graduado de la Universidad Libre de Barranquilla con un promedio de calificaciones de 3,5 y cuenta con título de especialista en Ginecología y Obstetricia de la Universidad de El Bosque.
En el año 2010, Sales Puccini realizó una solicitud a la Universidad Nacional “para aspirar al reconocimiento de saberes y el otorgamiento de título de especialista en Cirugía Plástica” y para que se le concediera “por suficiencia académica y por competencia profesional la oportunidad de entrar a completar la residencia en cirugía plástica”.
Entre las certificaciones entregadas por el doctor a la Universidad Nacional están una de la Clínica de Cirugía Plástica e Medicina Estética Dr. Beramendi, del curso de 'Implante de Fio Russo pela técnica Beramendi' de Río de Janeiro; un curso intensivo en la Clínica Juri de Buenos Aires, Argentina, con una duración de 50 horas; un certificado como miembro activo de la 'Sociedade Brasileira de Medicina e Cirugía Plástica Estética', de enero de 2010 a diciembre de 2010 y haber sido fundador y titular de la Asociación Colombiana de Cirugía Plástica y Estética, una organización que según su presidente, el doctor Óscar Sandoval Estupiñán, está conformada por 50 médicos cirujanos.
Las cirugías estéticas, un problema de familia
El hermano de Francisco Sales Puccini, Carlos Sales Puccini es señalado por la diseñadora María del Pilar Agámez de realizarle una operación de hilos gástricos a su hija María José de 16 años.
La diseñadora afirmó, en varios medios de comunicación, que 12 días después del procedimiento, la joven comenzó a vomitar “bastante sangre”.
A este caso se le suma que Carlos Sales se atribuyó en una publicación ser el 'cerebro' de una técnica quirúrgica, la cual bautizó como 'surset gástrico de Sales'. Con ella, según lo afirmó en un artículo publicado en la Revista Colombiana de Cirugía en el 2008, había operado a 100 pacientes con esta técnica experimental.
Respecto a este método, la junta directiva de la Asociación Colombiana de Cirugía Bariátrica señaló en aquel entonces que muchos grupos de investigación no habían respaldado esa técnica por considerar que implica riesgos mayores que otras técnicas quirúrgicas. Además, la misma era atribuida a un cirujano iraní.
La defensa de Francisco Sales
ELTIEMPO.COM intentó comunicarse directamente con el doctor, pero no fue posible porque, según la persona que atendió su teléfono, estaba en medio de una cirugía. Esta persona nos remitió al doctor Óscar Sandoval, encargado del tema, quien aseguró que próximamente se emitirá un comunicado explicando la situación.
No obstante, Sandoval señaló que en toda cirugía existe el riesgo de que haya complicaciones. Seguido a esto, el doctor señaló que se trata de un caso que se ha querido aprovechar en medio de una campaña de desprestigio por parte de algunos médicos de la Sociedad colombiana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva.
“Lo que hacemos es regular el mercado. De cierto modo, nos hemos convertido en una piedra en el zapato”, continuó el doctor.
NICOLÁS CORTES
Redacción EL TIEMPO.COM
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