En un par de semanas se conocerán los resultados del análisis de las muestras de patología de la placenta y el cordón umbilical del feto extraído en enero a Sandra Ramos, una mujer atlanticense que padeció del virus del zika en noviembre de 2015 desconociendo que se encontraba en estado de embarazo.
La investigación del ente de salud busca establecer si este sería el primer caso en Colombia de una malformación fetal asociada al virus que a la mujer, de 23 años, le produjo en su momento conjuntivitis, brote en la piel, fiebre e hinchazón en el rostro y para el cual optó combatir con acetaminofén.
Desconocía que se encontraba en estado de embarazo, pero al mes y medio, en el primer control prenatal los médicos del Hospital de Sabanalarga le advirtieron que su segundo hijo venía, según la ecografía, con ausencia de los huesos del cráneo y un higroma quístico, especie de tumor a nivel del cuello y la nuca.
Así las cosas, Ramos escogió la alternativa del aborto. Me internaron hasta que expulsé al feto. "Estuve tres días en la clínica y luego me vine para mi casa. Desde entonces no he vuelto al hospital. Como mi periodo es irregular no me percaté de que estaba embarazada al contagiarme de zika", relató la joven.
El INS, a través de la subsecretaría de Salud Pública, verificará la relación entre la anencefalia y el virus.
“En su primer control prenatal se revelaron las alteraciones genéticas del feto. Debido a esto, la paciente solicitó una interrupción del embarazo, que se realizó siguiendo los protocolos establecidos”, explicó Piedad Manotas, gerente del Hospital Departamental de Sabanalarga.
Se trataba de una malformación incompatible con la vida, según le explicó Rafael Martínez, el ginecólogo que atendió a Ramos.
Sabanalarga, municipio de la banda oriental del departamento, a unos 45 minutos de Barranquilla, registra 9 casos de zika en gestantes, de 232 reportadas en Atlántico.
BARRANQUILLA